Antonio
Felipe Rubio
Periodista
Los
continuados y abundantes escándalos de los ERE afloran un nuevo episodio con la
Operación Heracles. Curiosamente, Heracles (Hércules) es el protagonista
principal del escudo de Andalucía y, lejos de presentar una imagen fornida como
antecede a su hercúlea leyenda, aparece lánguido, frágil y posturalmente
sospechoso. Esta plasticidad heráldica resulta premonitoria. Hércules y los
feroces leones, devenidos en gatuna mansedumbre, representan al pueblo andaluz,
rodeado por las sólidas columnas del poder y rematado con un cielo blanquiverde
(verde omeya y blanco almohade, tal como soñaba el “padre” de la patria
andaluza) que deja muy poca perspectiva y escasa capacidad de movimiento dentro
de esta onírica jaula de libertades. El
saqueo sistémico sólo es posible desde el establecimiento de una casta
duradera, amplia y connivente.
Un acto de UGT |
Algunas
especies animales y vegetales han evolucionado hasta la tolerancia hacia sus
parásitos, cuidando no sobrepasar la línea de coexistencia vital. Es decir, que
la garrapata no puede ser más grande que el perro; si eso sucediese, el perro
sucumbe. Y el “perro” andaluz, famélico y derrengado, ya no puede con su alma.
Los
sindicatos UGT y CCOO, instrumentos de PSOE e IUCA, han comprado la paz social
del Gobierno andaluz a un precio insultante, no ya por la cuantía, sino por la
bochornosa connivencia y la perversión de supuestos principios que legitimaban
su existencia.
Los
más que presuntos casos de falsificación de facturas con dinero dirigido a los
parados se han empleado en comilonas (de las barricadas… ¡A las mariscadas!), regalos,
festivales… y un “Bote” que, como Dios manda, mantenía una contabilidad
específica para llevar al día la mordida.
Recientes
informaciones revelan el regalo de 200 maletas (trolleys) a los compromisarios
del Congreso de la Federación de Servicios, celebrado en Jerez, y con dinero
destinado a los parados. Lo que no ha trascendido es que el “set” incluía unas
bolas chinas (juguete sexual para introducirlo “preferentemente” en la vagina)
y que recibieron, del total, un 60% de hombres. La secretaria general de la
Federación, autora de tan meti-culosa y sutil delicadeza obsequiosa, dijo: “Es por un tema, fundamentalmente, de género. En UGT
también nos preocupamos por nuestras afiliadas. Hemos creído que era una buena
ocasión para que tengan unas, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de ellas
siguen teniendo reparo a ir a comprarlas a una farmacia. Y es hora de romper
este tabú que todavía existe”.
Magnífica explicación; sobre todo, por el histórico recato de
los sindicalistas de izquierdas en asuntos como píldoras abortivas, condones… y
bolas chinas. Ahora va a resultar que se avergüenzan al pedir según qué cosas
en la farmacia, ¡hay que joderse! Por cierto, de aquel congreso (el de las
bolas chinas) salió un gracioso que llamó Congreso del OGT (ojete). No perdamos
el humor.
¿Usted nunca habla de PP?
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