Emilio
Ruiz
Se
admitían apuestas. La mayoría de los participantes apostaban por un amor
imposible entre Unicaja y Banco Ceiss. Cada vez que se avanzaba un paso en el
proceso de negociación, diez pasos se retrocedían por culpa de una legislación
inestable. A ello había que sumar una serie de circunstancias sobrevenidas:
ahora, que si las cláusulas suelo; después, que si la valoración de los
terrenos cedidos por Ceiss al Banco Malo; posteriormente, que si la
judicialización de las preferentes.
En
el seno de Unicaja, el tema de Ceiss les quema las manos. Son casi tres años de
negociaciones que pueden irse al traste. Para la entidad andaluza, Ceiss es un
plato de buen gusto por lo que supone de aumento de tamaño. Pero es, a la vez,
un plato que se les puede indigestar si no se amarran bien todos los cabos.
En
el Frob, en el Banco de España, en Castilla y León, en Europa… en todas partes
se quejan de que las pretensiones de Brulio Medel son insaciables, de que cada
día se saca un conejo de la chistera. No es esa la realidad. Medel quiere
negociar con unas reglas definidas y estables. Pero el BOE no le ayuda: un día
sí y otro también le cambian las normas.
Pero,
atados algunos cabos sueltos –el último el de la judicialización de los
preferentistas, un colectivo de más de 30.000 personas-, Unicaja se ha
propuesto dar por cerrado el tema. Va a ser ahora o no va a ser nunca. Medel
considera que la oferta lanzada por Unicaja Banco, ratificada por su junta
general de accionistas, es irrechazable.
Según
la entidad andaluza, la oferta de compra que ha lanzado por Ceiss es
beneficiosa para los accionistas y bonistas, porque supone una valoración de
esta entidad por encima del 40 por ciento de su valor de mercado, conforme a
los informes de valoración realizados por Oliver Wyman y por AFI. Cuando los
bonos convertibles que se ofrecen sean cambiados por acciones de Unicaja en
junio de 2016, sus propietarios pasarán a tener el equivalente al 9% de la
propiedad de Unicaja Banco, “con las ventajas que implicará ser accionistas de
una entidad clasificada en el Grupo cero de entidades financieras por su
solvencia, con una situación y una trayectoria de fortaleza financiera, que no
ha recibido ningún tipo de ayudas públicas, lo que contribuirá positivamente al
valor futuro de la acción del banco”, dice Unicaja.
La
oferta de Unicaja no ha disgustado en Ceiss. Es más, la ha acogido “con
satisfacción” porque se trata de una alternativa “cierta” frente a otras
salidas “desconocidas y arriesgadas para los tenedores de dichas acciones y bonos”,
en clara alusión a los preferentistas que piensan acudir a los tribunales de
justicia. En Ceiss saben que fuera de Unicaja lo único que se pueden encontrar
es el abismo.
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