Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
Almería lleva años dando al conjunto de Andalucía mucho más que
lo que recibe por parte de los gobiernos socialistas de la Junta. Es un hecho
que resulta difícilmente rebatible repasando simplemente la larga lista de
retrasos, incumplimientos y olvidos por parte de las diferentes consejerías y
delegaciones de la Junta en Almería.
No obstante, no estoy dispuesto a estas
alturas a basar el discurso de reivindicación de Almería ante las desatenciones
y marginaciones de la Junta de Andalucía exclusivamente en la larga lista de
agravios que los diferentes gobiernos socialistas en Sevilla acumulan con
Almería y los almerienses. Pero al margen de la queja razonada y razonable
existe un factor indiscutible: el futuro de Almería no puede estar pendiente de
un impulso administrativo que vaya o venga según se programen o se reprogramen
las actuaciones en Sevilla.
El futuro de Almería debe escribirse en clave de
reciprocidad: si somos los que más aportamos, no parece justo que seamos los que
menos y más tarde recibamos. Almería lidera con claridad indiscutible la balanza
de pagos de Andalucía gracias a la pujanza de sus sectores productivos, a pesar
de la crisis y a pesar de la falta de ayudas y colaboración habitual por parte
de la Junta de Andalucía.
Los almerienses hemos sabido dar en las últimas
décadas un ejemplo de superación y progreso basado en la firme voluntad de
mejorar y transformar una realidad geográfica ingrata, en un escenario de
desarrollo espectacular en agricultura intensiva, la piedra natural o la gestión
sostenible del entorno natural para fomentar el turismo. Ignorar esta realidad
es ignorar no sólo la realidad de Almería, sino demostrar también un preocupante
desconocimiento de las posibilidades de Andalucía para liderar el crecimiento
del conjunto de España.
El interés y el sentido común aconsejan contar con los
mejores para los mejores puestos. Y en eso se ha vuelto a equivocar otra vez el
PSOE al cerrar la puerta de la Junta de Andalucía a la capacidad, a la
experiencia y al mérito de tantos y tantas almerienses preparados para hacer de
Andalucía la comunidad más importante de España. No basta con decir que se lleva
a una provincia en el corazón; hay que refrendar esas bellas palabras con hechos
concretos.
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