Alicia Cifuentes Salazar
UPyD. Agrupación Local Almería
Hace apenas unos días hemos conocido
la noticia de que el Ayuntamiento de
Almería tendrá que pagar 5.410.459 euros a Ceal, anterior concesionaria de los
cementerios de la ciudad, tras prosperar la reclamación que la empresa
interpuso ante el TSJA por la rescisión del contrato que tenía con el
consistorio. Una concesión que ya en su momento suscitó polémica y que demostró,
al poco de su puesta en marcha, una insuficiente calidad en el servicio.
Lamentablemente la noticia no supone una novedad en el
panorama de la gestión municipal. En los
últimos meses hemos tenido conocimiento también de casos similares. Como ejemplo valga citar el de la Ciudad Digital,
en el que el Ayuntamiento se ha visto obligado a abonar la nada despreciable
cantidad de más de cinco millones de euros en concepto de indemnización e intereses
de demora. También el de la concesión del parking de Padre Méndez, cuyos gestores (la empresa malagueña Carrousell Eurogroup, que no ha abonado
ni un solo euro desde la adjudicación) han sido calificados como okupas de
guante blanco por alquilar por su cuenta plazas que son de dominio público. Y todo con el visto bueno y beneplácito de
Emisa, la empresa municipal de infraestructruras, la cual, a la sazón, preside el
actual alcalde.
Si analizamos éstos más otros
casos similares, la historia se repite: concesiones completamente arbitrarias
por muchas décadas (de 20 y 40 años en adelante), tras las que, pasado
relativamente poco tiempo, surgen problemas por incumplimiento que devienen en
litigio. Situaciones en las que finalmente
solo queda el camino judicial y que dan lugar a una proliferación de sentencias
en las que el Ayuntamiento se ve obligado a desembolsar cantidades ingentes de
dinero público.
No se entiende (aparte de a
quién se adjudican) por qué las concesiones tienen que hacerse por tanto
tiempo, cuando no está legalmente estipulado que sea así, y la práctica
demuestra que suponen un grave riesgo de incumplimiento, con importantes
consecuencias económicas.
De momento nos quedamos con
los datos, todos los pagos a los que está teniendo y tendrá que hacer frente el
Ayuntamiento próximamente (incluido, no olvidemos, aunque por otros motivos, la
devolución del IBI cobrado de más). Cantidades que habrá que desembolsar por mala praxis, irresponsabilidad política y
hasta por presunto trato de favor (según apuntan los indicios en el caso de la
concesión del parking de Padre Méndez) de aquellos a los que la mayoría ha
otorgado la administración del gobierno local.
¿Cuánto nos cuestan las concesiones del
Ayuntamiento? La pregunta queda ahí, para la reflexión.
Es increíble el "pastizal" que va gastando por ahí el Ayuntamiento por no hacer las cosas como debería. De eso se sabe poco, si no fuera por artículos como éste
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