Simón
Ruiz
Redactor
Jefe de La Voz de
Almería
“La
mejor victoria es la que se obtiene sin tener que pelear en el campo de batalla”.
José Luis Sánchez Teruel se aplicó esta máxima del general chino que escribió ‘El
Arte de la Guerra’
cuando la tarde del pasado lunes forzó una integración de los guerristas y sus
opositores en el PSOE de la capital.
Sánchez Teruel y Fernando Martínez |
Desde
que propuso a Sonia Ferrer como delegada de la Junta en Almería, Sánchez Teruel no ha parado de
recibir gestos sutilmente hostiles por parte de los guerristas de la capital.
Incluso hubo algunos que se alegraron cuando esta provincia quedó sin consejero
en el Gobierno de Susana Díaz. No por la marginación al PSOE de Almería sino porque
así se conjuraba la posibilidad de que Sánchez Teruel ocupara el cargo.
La
última la batalla interna se ha librado en la capital –rara es la ocasión en la
que no aparecen dos por tres calles- por el ‘reparto’ de 30 puestos para ir
como delegados a un congreso provincial extraordinario en el que todos,
presumiblemente, van a decir ‘sí’ a la futura secretaria general del PSOE-A,
Susana Díaz.
El
sector guerrista, que recuperó el poder local en abril de este mismo año, tuvo
que dar su brazo a torcer e integrar a aquellos que no estaban con ellos hace
medio año y que siguen sin estarlo. Sí, después de muchas llamadas a la
integración, por una parte; de declaraciones incluso de los derrotados para ofrecerse
a los nuevos dirigentes, por otra parte, todo sigue igual. O parece seguir
estando igual.
Fernando
Martínez, el secretario general local, cedió y aceptó el lunes la integración de
todas las corrientes en una sola lista, pero muchos de sus seguidores seguro que
‘guardan’ la venganza para otra ocasión. En realidad, se trata de quienes no
quieren que la sombra de otra dirigente provincial, Adela Segura, planee sobre la Agrupación más
numerosa, la de la capital.
Adela,
que pidió desde Zurgena el traslado de su ficha de militante a la capital como
otros muchos, ya no les sirve como coartada. Ya se consiguió la dimisión del
entonces líder Juan Carlos Usero y de su sucesora, Pepa Requena. Conseguido el
trofeo, ahora se aspira a más.
Se
acerca, por no decir que está aquí ya, la guerra del candidato de la capital. El
campo de batalla está preparado. Quizá no haya necesidad de pisarlo.
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