Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
La escasa flota de arrastre que sobrevive en el Puerto de Garrucha volvió
ayer a capturar gamba roja después de más de tres meses de sequía total. El
Guapo y el Mar Serena regresaron ayer al Muelle desde Canto Nuevo con unas
cuatro cajas por embarcación, poco más de 50 kilos. El otro barco que también
salió a faenar a la gamba fue el Galindo Gea, que regresó con unos ocho o nueve
kilos. No son cantidades para vaticinar una recuperación segura de los caladeros
pero, al menos, hacen, albergar esperanzas a la flota local de que el cotizado
crustáceo no ha desaparecido del todo de los caladeros.
Vuelve la gamba roja a la lonja de Garrucha |
El marisco cotizó
ayer en la lonja garruchera a un precio de 45 euros el kilo de gambón, 40 euros
la gamba mediana y en torno a 25 euros la pequeña. En la jornada del jueves,
el barco Guapo pescó unos 40 kilos también en Canto Nuevo y el Mar Serena unos
19 kilos en el canto de El Berín.
Estas inesperadas capturas, tras tanto
tiempo sin un solo kilo capturado a bordo, ha levantado cierta expectación en el
Puerto de Garrucha y es probable que el próximo lunes algún barco más de lo que
ahora están parados reanuden la pesquera. La pesca de arrastre ha sido siempre
una de las principales fuentes de ingresos de la población, excepto en los
últimos años que entró en franco retroceso.
Hasta hace unos años en Garrucha convivía una flota de arrastre
compuesta por más de veinte embarcaciones. Ahora solo sobreviven ocho. La gamba
roja empezó a pescarse a comienzos de la década de los 60 y supuso un fuerte
aumento de la renta per cápita en la localidad a medida que fue aumentando su
fama.
El fondo marino donde se pesca este marisco sigue siendo un enigma
insondable incluso para los más avezados pescadores y biólogos marinos. La
espantada de la gamba roja ha supuesto un grave trastorno para la flota local
que no pueden hacer frente con su desaparición a los gastos diarios de
gasóil.
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