Cristóbal
García Muñoz
Actor
Es
una pena, y por supuesto no lo digo por Frankenstein, que se haya perdido la
tradición del Tenorio en Almería. No sé quién tiene la culpa de que se perdiese
esa tradición tan nuestra, pero realmente me parece penoso que se traigan a
bombo y platillo obras "de fuera" a cambio de perder las
nuestras. Zorrilla en Almería muy bien podría sonar así:
“No
es verdad, ángel de amor,
que
en esta Almería y su orilla
el
teatro por su ausencia brilla
y lo
de fuera siempre es mejor”
No
soy un anti-halloween. No tengo nada en contra de una fiesta adoptada. Tampoco
me importa si su origen es pagano. Algo que es motivo de celebración siempre lo
recibo con buena actitud. Perder a cambio una tradición tan nuestra como
representar el Don Juan Tenorio
y sustituirlo por Frankenstein o Drácula o Freddy Krugger me asquea
profundamente. Me decepciona como amante del teatro, como espectador y como
actor.
La
tradición de representar el Tenorio, con actores almerienses, montado por
almerienses y dirigido por almerienses ha pasado a la historia, como suelen
hacerlo, con nocturnidad, alevosía y de puntillas. Lo hemos sustituido por lo
fácil: contratamos un grupo “de fuera”, les damos el Maestro Padilla y santas
pascuas.
Es
realmente penoso ver el nulo apoyo de las instituciones almerienses a su
cultura. Parece que deseasen formar parte del texto del que ahora nos privan.
Así muy bien de nuestro Ayuntamiento y nuestra Diputación podríamos decir
aquello de…
“Por
donde quiera que fui,
la
razón atropellé,
la
virtud escarnecí,
a la
justicia burlé,
…..
y en
todas partes dejé
memoria
amarga de mí"
Don Juan Tenorio y su halloween |
Por
supuesto no toda la culpa es de nuestras instituciones, más pendientes de la
foto en la prensa que de fomentar la cultura de su tierra. También hay mucha culpa
en los grupos de teatro almerienses, incapaces de reclamar sus derechos ante
las instituciones, incapaces de ponerse de acuerdo para hacer algo entre todos,
más pendientes de quedar bien con las instituciones que de luchar por su
cultura.
La
representación del teatro almeriense se ha reducido a recoger las migajas que
su Ayuntamiento y su Diputación les tiran.
Los
grupos de teatro almerienses ya se conforman con que su Ayuntamiento les “ceda”
algún espacio escénico, y más te vale no estar a mal con ellos o ni de eso
dispondrás. Han conseguido, a poquito a
poco, que los grupos de teatro almerienses peleen entre sí por un
“déjame actuar en el Apolo” como si hubiesen olvidado que los espacios públicos
son eso, públicos, no son del partido político que esté en el Ayuntamiento, son
espacios públicos pagados por los almerienses y para los almerienses.
Hemos
permitido que ya todo se “maneje” desde el Ayuntamiento, nos hemos quedado sin
voz y sin voto, somos un títere; peor, como diría mi abuelo, “somos un
títere sin cabeza”. Solo puedo deciros una cosa, teatreros almerienses, gritad
conmigo:
“Aquí
está Don Juan Tenorio
para
quien quiera algo de él”
Pero
después de todo, qué sabré yo de todo esto, tal vez solo espero que mis
compañeros de teatro sepan leer entre líneas y acaben “clamando” sus
derechos. Y que alguien nos oiga para no acabar en un
“Clamé
al cielo, y no me oyó
mas
si sus puertas me cierra,
de
mis pasos en la tierra
responda
el cielo, no yo”
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