Kayros
Periodista
Desde
que vivo en Aguadulce raro es el día en que no oigo cosas, nada encomiables, de
Gabriel Amat y su hermanito del alma, Javier Arenas. Nunca me he atrevido a
hincarle el diente por carecer de documentacíón sólida. No tengo por el momento
ninguna vocación de mártir. Por lo que
me dan por un artículo (a mí sí me hace falta, ¿eh, señor alcalde?) tampoco voy
a poner la cabeza bajo la guillotina.
Gabriel Amat |
Pero
cuando leo que la
Fiscalía Superior de Andalucía investiga posibles cobros de comisiones
y veo que un periódico de la talla de El
País publica toda una serie de artículos con pruebas que al parecer son
auténticas, entonces me inclino a creer que esto no es una simple rabieta de la
oposición. Además, me parece muy puesto en razón que los vecinos de Roquetas
quieran explicarse la ascensión meteórica de este hombre sin estudios que ha
amasado en poco tiempo un inmenso patrimonio llegando a ocupar los primeros
puestos del poder político en la provincia. Por lo tanto no es envidia ni
persecución ni acoso psicológico sino el deber de los otros partidos de atar
corto al gobierno municipal.
Hay
alcaldes que piensan que todavía no ha muerto Franco y por eso les cuesta
abandonar hábitos que rigieron durante la larga dictadura. La verdad es lenta
como los bueyes pero al final el arado termina abriendo el surco. Lenta porque
aunque el PP no cesa de decir que quiere colaborar con la justicia, luego echa
mano de su mayoría absoluta para tumbar cualquier atisbo de comisión
investigadora.
Ya
se ha puesto de relieve el parecido de este caso con el de Bárcenas a nivel
nacional. Cuando aparecieron los nombres de Rato, Arenas, Cospedal, etc., todos
se pusieron de acuerdo para negar que hubieran recibido los famosos sobres e
incluso se querellaron contra El País.
Más tarde retiraron la querella.
No
es el mensajero a quien hay que abatir, sino a los culpables de la corrupción.
Y después de todo, ¿qué mal hay para que se investiguen las extrañas rutas del
dinero público? Para eso está la
Justicia , para darle a cada uno lo suyo y quien la haga la
pague, como dice el propio Amat.
Ha visto usted el nuevo logo de los socialistos se han llevado el rancio capullo (de la flor) sobre la t. Enhorabuena por sus atículos.
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