Juan
Torrijos
Periodista
Si
él no la pone por sus compañeros de partido, ya se pueden imaginar lo que
pensamos y sentimos los de la calle. Si entre ellos no se fían, si entre gente del
mismo club no se tienen confianza, es de lógica pensar que nosotros, los
ciudadanos, tengamos la mosca tras la oreja cuando de políticos, financiación,
favores, áticos y otras historias se trate.
Luego
nos dicen con toda la cara dura del mundo que les votemos, que nos van a sacar de
pobres, que van a luchar por nosotros, pero entre ellos no se fían. En manos de
menuda gente estamos. Luis Rogeliolo dejó muy claro ante la prensa: “No pongo
la mano en el fuego por nadie, sólo por mí”. Se la podría quemar, decimos nosotros.
Fue
muy duro don Luis con esa expresión, pues dejaba a los pies de los caballos a
su presidente provincial, Gabriel Amat, que es el que está en la picota con la
historia de la financiación del partido.
Entenderá
don Luis que su salida no ha sentado nada bien en sectores del PP almeriense y
especialmente los vinculados a Gabriel Amat, Javier Arenas o Juan José Matarí (por
cierto, ¿tienen mucho futuro político los dos últimos?) que ven una jugada
política de futuro la postura del alcalde-senador.
Cuando
Luis Rogelio manifiesta que no pone la mano por nadie, sólo por él, está
aludiendo claramente al presidente de su partido, Gabriel Amat, junto a su
nombre el más implicado en la investigación judicial que se lleva a cabo.
Debería
saber don Luis que lo mismo que él no pone la mano en el fuego por nadie, cuando
lo necesite nadie la va a poner por él. O lo que es lo mismo, que tenga muy claro
lo del pago del arreglo del ático, pues le pueden llover a partir de ahora
chuzos de punta en su propio partido.
Por
su parte don Gabriel ya sabe, por si no lo sabía, quiénes son sus compañeros de
partida y con quién se está jugando su futuro político. Dicen los viejos
refraneros que las peores cuñas son las de la misma madera, y en política aciertan
al ciento por ciento.
Al
frente abierto por la investigación otro se vislumbra en el Partido Popular entre
Luis Rogelio Rodríguez y Gabriel Amat que puede traer cambios políticos
importantes en el partido de la derecha almeriense. Tiempos floridos se esperan
entre los conservadores de nuestra provincia.
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