Reina por un día

Antonio García Vargas

Profesor e investigador de Métricas Clásicas Arcaicas

Miembro del Departamento de Arte y Literatura del IEA

Falta apenas un mes para que se inicie el 2014. Cumple un milenio el otrora Reino de Almería, que lo fuera de la mano de Jayrán y después de Zuhair y que llegó a extenderse hasta rozar Valencia, Toledo y hasta a la mismísima Córdoba del califato. Fue un sueño pasajero que nos situó para siempre en la Historia.

Todo el mundo de la Cultura, fuera de España, lo sabe y admira el hecho por muy efímero que fuera. Grandes universidades e instituciones de todo el mundo se interesan vivamente por este retazo de nuestra historia pasada. Pero en España, Andalucía y -lo que es más doloroso- la propia ciudad de Almería parecen ignorarlo.

Puede que las instituciones locales y comunitarias nos reserven una sorpresa que se traen muy en secreto, pero me temo que no; que nos vamos a quedar con las ganas. No deja de ser triste, la verdad, y un tanto decepcionante.

Bueno, un tanto no. Diría que muy, pero que muy decepcionante. No me extiendo más puesto que son muchos los que vienen quejándose de este sinsentido. En fin…

CANTO A LA ALMEDINA ALMERIENSE

Milenaria Almedina,

parecieran tus calles poemas de cal viva

que de un lienzo brotasen.

Retorcida semblanza,

eres la serpentina que trepa a la muralla

y en la alcazaba anida.

En tu estrecha cintura

de copla bullanguera, enamoró a la luna

la flor de la canela.

Broche de luna llena,

de azufaifo y taranto, de jarana y peineta,

de payos y gitanos.

Ay, Almería toda,

de historia y fantasía: pobre y de cuna mora…

¡y reina por un día!