Javier
Aureliano García
Secretario
Provincial del PP
Igual
que en una famosa película de hace ya algunos años, los andaluces llevamos
varios meses buscando desesperadamente a Susana Díaz, la presidenta de la Junta de Andalucía, a ver si
de una vez se dedica a atender las necesidades y problemas reales de las
familias andaluzas y deja de seguir promocionando su carrera en las pasarelas
rojas de la política nacional y en las cuestiones internas del PSOE.
Creo
que sería muy positivo para todos los andaluces que doña Susana asumiera su
verdadero papel y bajase a la tierra para dedicarse a gobernar y a centrarse en
lo que debe y por lo que cobra. Y es que no es presentable que mientras
Andalucía sufre unos alarmantes niveles de desempleo y los ayuntamientos, diputaciones
y pequeñas y medianas empresas ven amenazado gravemente su futuro por la
inacción de la Junta
de Andalucía a la hora de pagar sus compromisos, la señora presidenta esté más
atenta a las maniobras internas de su propio partido o se postule como
estadista global.
No
es momento éste de hacer política de grandes titulares, o grandes
declaraciones, sino de hechos concretos, medidas efectivas e inversiones reales.
En definitiva, es tiempo de impulso político real y no de declaraciones de intenciones.
Pero
ya vemos que la presidenta de la
Junta está más preocupada de cualquier cosa menos de lo que
es su competencia. Está más preocupada, por ejemplo, del proceso de elección de
la persona que liderará el próximo cartel electoral del Partido Popular Andaluz
que de las inexplicadas pero fácilmente entendibles relaciones entre la Junta de Andalucía y los mangoneos
de la UGT en
Andalucía. Por ejemplo.
Somos
muchos los andaluces que nos preguntamos qué razones tiene Susana Díaz para no
actuar más contundentemente contra este sindicato, en el que se han
volatilizado entre graves sospechas cerca de 7,5 millones de euros de todos los
andaluces. Doña Susana debería personarse en la causa abierta en los tribunales
y explicar en el Parlamento las ayudas de la Junta de Andalucía a los sindicatos.
Pero
no lo hace, lo que nos lleva a dudar en qué lado de todo este turbio asunto
está la presidenta de todos los andaluces, si con la verdad y la transparencia que
tanto proclama o con la complicidad y ocultación de la gestión presuntamente fraudulenta
y delictiva de compañeros y amigos de partido.
Lamentablemente,
está claro que las prioridades del gobierno bipartito (PSOE-IU) de doña Susana
no pasan por sacar a Andalucía de la crisis y generar empleo, sino en seguir
favoreciendo a los suyos.
¿Por qué no nos habla de la corrupción en la pública Galasa Sr. Javier? ¿Por qué no nos habla de las empresas creadas por empleados para beneficiarse de su posición en la pública (delito tipificado en el código penal; véase la empresa de inspección de redes creada el jefe de redes... todo un negocio redondo)? ¿Por qué no nos habla de los procesos selectivos Sr. Javier (101 de los 103 trabajadores son enchufados políticos)? ¿Por qué no nos habla de la relación con las subcontratas? ¿Y Marmolísimo tiene alguna relación con la pública? ¡Ay Dios, Ay María!... no mentirás, no dirás falsos testimonios, no cometerás delitos, no los encubrirás... tarde o temprano se hará justicia Sr. Javier.
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