Juan
Folío
La
sesión duró menos de diez minutos. El grupo popular votó el contra de la constitución
de la comisión de investigación, pero puso a disposición de los diputados de la
oposición todos los expedientes de las obras de Hispano Almería, que se
amontonaban en un carrito situado en el propio salón de plenos.
La
prensa de hoy se hace eco de esta sesión plenaria. Como siempre ocurre en estos
casos, no todo el mundo ha visto el tema de la misma forma. Reproducimos a
continuación dos visiones distintas sobre el pleno. Corresponden a la directora
del periódico digital Teleprensa y al director del periódico digital Noticias
de Almería. Obvia aclarar que el primero se sitúa en su línea editorial en el
lado izquierdo del espectro político almeriense, mientras el segundo siempre mantiene
posturas muy próximas al partido que gobierna la Diputación.
El pleno de ayer en Diputación |
Políticos
de perfil bajo
Elena
Torres
Periodista
de Teleprensa
Después
de 'todas las explicaciones' que el presidente del Partido Popular, Gabriel
Amat, dio en el pleno de Roquetas de Mar, donde es alcalde, sobre el caso
Hispano Almería y la presunta financiación irregular de su partido, estaba
cantado que en la
Diputación de Almería, de la que es presidente, no nos iba a
desvelar grandes asuntos. Pero en un desprecio casi absoluto por una oposición
que debe entender siente 'muy poca confianza' hacia su persona, ni siquiera se
ha molestado en negar nada. Únicamente se ha ceñido a exponer el único punto
del día que el PSOE le ha obligado a llevar a pleno y desestimar, por
verbigracia de su aplastante mayoría absoluta, la comisión de investigación que
le reclamaban desde la oposición.
Hay
que reconocer que el PP se supera. Es único para crear ambiente, -recuérdese el
folletín que nos dedicaron con el caso asesores de Diputación, en el que se
vertieron más mentiras que verdades, pero duró semanas, o la manera en que nos
alimentan día a día el caso de los ERE en Andalucía-, y finiquitar de un
plumazo cualquier duda que se plantee sobre su forma de obrar. Están por encima
del bien y del mal. Y como tal hoy han arremetido contra la oposición no con
verborrea, de la que abunda cuando critican al contrario, sino con un único
argumento que además, no se han molestado ni en repetir mucho: aquí tiene la
oposición todos los expedientes de contratación a su disposición, no tenemos
nada que tapar. De esta manera velada, el PP da a entender que PSOE e IU no
hacen su trabajo de control al gobierno y se limitan a reproducir lo que sale
en los medios que, a su juicio, no es cierto, como le pasa a Montoro con la Agencia Tributaria.
(Los medios siempre hemos sido un buen blanco para políticos de poca monta).
Pero no contento con ello, Amat va más allá y 'sin nombrar a nadie' desliza un
'cuando vean estos expedientes tal vez alguien salga trasquilado'. Lamentable.
Estos
políticos de bajo perfil, escuetos en verbo que mal encarrilan las frases,
están haciendo un flaco favor a la democracia. Los ciudadanos merecemos un
mejor trato. Amat se equivoca cuando cree que son sólo sus rivales políticos
quienes reciben la información que él lanza. Somos los ciudadanos quienes
asistimos atónitos a estos dimes y diretes, a estos 'cállate tu que yo se más',
y quienes estamos más que hartos de verdades a medias y veladas denuncias. O
hablan claro o váyanse ya todos. A quien hay que rendir cuentas es al ciudadano
y si Amat ha detectado algo que pone en entredicho la actuación de alguien de
la oposición no debe callarlo. Es su obligación hacerlo o sino reprimir
comentarios vanos.
Contratos concedidos a Hispano Almería, segín IU |
Expedientados
Rafael M. Martos
Periodista
de Noticias de Almeria
Al
día siguiente de que en el Parlamento de Andalucía el PSOE negara -con el
siempre servil respaldo de IU- a la oposición los expedientes de las
subvenciones otorgadas por el Gobierno a la UGT , y que están siendo objeto de revisión para
pedir -llegado el caso y como ya se ha hecho- la devolución de dineros públicos
mal empleados, en la
Diputación de Almería el equipo de Gobierno del PP le daba a
la oposición los expedientes de todas las obras contratadas con la empresa
Hispano Almería -que por otro lado ya estaban a su disposición antes- como
respuesta a la solicitud de una comisión de investigación.
Recuerda
esto a la bronca liada en el Congreso por toda la oposición -pero miremos a
PSOE e IU- por que el PP impedía que Mariano Rajoy compareciera para hablar del
caso Bárcenas, mientras que en Andalucía, PSOE e IU impedía que José Antonio
Griñán tuviera una última comparecencia en la que explicara si su dimisión
estaba relacionada con los ERE fraudulentos.
El
hecho es que la oposición en la
Diputación ha tenido a su disposición los expedientes de
adjudicación de obras a la mercantil que según informaciones periodísticas
habría financiado campañas electorales del PP y habría hecho generosos regalos
a políticos y técnicos de algunos ayuntamientos... no todos populares por
cierto.
Y es
cierto que los han tenido a su disposición porque el único que parece haber
mostrado interés en estudiarlos es el diputado de IU Juan Pablo Yakubiuk
(hombre serio y trabajador como viene demostrando en todo este tiempo, al
margen de que se pueda coincidir o no con sus planteamientos), porque es el
único que dio datos sobre ellos en el pleno en el que apoyaba la comisión de
investigación solicitada por el PSOE.
Yakubiuk
refirió la cronología en la que asociaba quién gobernaba la Diputación con las
obras adjudicadas a esta constructora y su importe. Nadie puede negar que el
dato era llamativo, pero carente de rigor si no se hacen comparativas... y aún
así, tampoco es prueba de ninguna ilegalidad, ni tan siquiera de ninguna
irregularidad.
Si
junto al número de obras adjudicadas a esa empresas en esos periodos (cuatro
mandatos) no se nos dice cuantas se licitaron en total y se compara con lo
recibido por otras mercantiles, pues no aclara mucho.
Es
más, incluso en caso de que la balanza se volcara de un modo abrumador hacia
una determinada constructora, habrá que poner sobre la mesa las claves que
puedan determinar el trato de favor, y no sólo eso, también habrá que dejar en
evidencia a cambio de qué se ha dado ese trato.
Obviamente
una comisión de investigación no es un juzgado, y lo que en ella se buscan son
responsabilidades políticas, no penales, pero aún así, hay que pedirla con
cierto rigor, con cierta base argumental. No olvidemos un detalle fundamental,
y es que quien elabora los pliegos de adjudicación son funcionarios, quien
valora las ofertas presentadas también, y por tanto quien adjudica, también.
El
vicepresidente de la
Diputación , Javier A. García, se lo puso muy fácil en el
pleno. Les dijo que ahí tenían los expedientes, que los revisen, y si
encuentran algo, al juzgado.
¿Lo
harán los diputados? ¿qué harán si descubren que en todos los casos la oferta
de esa empresa era la mejor de las propuestas? ¿y si descubren que son más las
obras a las que se presentaron sin salir elegidos que las que les
adjudicaron?
Es
sorprendente la facilidad con la que los políticos nos exigen rigor a los
periodistas mientras ellos exhiben una desfachatez impresionante. Es como lo
que ocurre con los papeles de Bárcenas, que el PSOE e IU tienen fe ciega y
absoluta en la veracidad de todo lo publicado por los medios... pero ojo, sobre
las facturas falsas de UGT... sólo es una campaña de la prensa reaccionaria.
Como
para abrirles un expediente a algunos, desde luego.
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