Hartos del castigo de la Junta

Javier Aureliano García
Secretario Provincial del PP

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ha ordenado que se coloque una indicación en la lona que cubre la ruina del Ayuntamiento de nuestra capital en donde se explique que esa obra está paralizada por la Junta de Andalucía.

La lona
Pero sería un error pensar que esa lona forma parte de una campana de acoso o cualquier otra operación orquestada para desgastar a la Junta de Andalucía en Almería. Para desgracia de los almerienses, la pésima gestión de la administración autonómica en nuestra provincia no necesita de ningún diseño publicitario o acción coordinada para ello: basta con repasar la enorme lista de retrasos e incumplimientos para trazar con precisión el estado de la opinión pública almeriense cuando miran a Sevilla y a sus representantes en Almería.

Los almerienses estamos diciendo a los responsables autonómicos que ya está bien de maltratos y de desprecios. Estamos hartos de dilaciones, de excusas y de olvidos. Si Almería es la provincia andaluza que más equilibra las finanzas colectivas de Andalucía, no es de recibo, ni tampoco es justo o presentable que los retrasos e incumplimientos de Sevilla se acumulen sobre nuestra provincia, uno tras otro.

Lo que ha hecho Luis Rogelio indicando en la lona que cubre el Ayuntamiento (la segunda, ya que la primera se rompió de tanto esperar la obra) que esa obra tan necesaria está paralizada por la incapacidad de gestión de la Junta no es una provocación, ni una chiquillería, ni un intento de confrontación. Es un grito de hartazgo que comparten miles de almerienses hartos del permanente olvido de la Junta con nuestra provincia.

Porque la vergüenza del Ayuntamiento (un proyecto presentado en 2000 para estar concluido en 2005 y que acumula ocho anos de ruina) no es el único hito en esta carrera de despropósitos. Podríamos hablar también de la Redia del Almanzora, del hospital materno infantil, de la variante de Roquetas o de la facultad de Medicina, como ejemplos más notables del castigo al que la Junta nos somete a los almerienses desde hace años.

Pero no nos podemos olvidar de los otros pequeños grandes olvidos, como las empresas almerienses que ven cómo se acumulan los impagos de la Junta mientras desde Sevilla se mantienen o aumentan las partidas presupuestarias destinadas a sostener su administración paralela llena de amigos y compañeros.

Los almerienses estamos hartos de tanto castigo por parte de la Junta de Andalucía y ya va siendo hora de que los señores de Sevilla y sus representantes en Almería vayan tomando nota.

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