Juan Folío
La Opinión de Almería
El Ayuntamiento de Garrucha, por negarse a pagar las papeleras que mandó colocar el anterior alcalde, ahora no solamente tiene que hacer frente a la factura de las mismas, sino que también tiene que abonar los intereses de demora devengados por el periodo de tiempo en el que la factura ha estado sin hacerse efectiva. En total, 158.000 euros más intereses. Así lo ha dictaminado el Juzgado de lo Contencioso
Administrativo número 1 de Almería, que estima el recurso presentado por el fabricante y suministrador de las papeleras, Metalisterías Costas. Y ello a pesar de que, como el propio juez dice, la contratación se hizo de forma
irregular, al no existir ni procedimiento administrativo ni partida
presupuestaria.
Las dichosas papeleras |
“Estas deficiencias”, dice la sentencia, “serán motivo
para pedir responsabilidades a quien corresponda, pero no para negarse a abonar
el precio del contrato, efectivamente cumplido por el contratista, ya que en
este caso se produciría un enriquecimiento injusto a favor del Ayuntamiento”. En total se colocaron 200 papeleras y el precio unitario era de 800 euros.
Durante todo este tiempo el equipo de Gobierno del Partido Popular se ha negado a realizar el pago precisamente por esas circunstancias: porque no había partida presupuestaria ni expediente de contratación. El juzgado eso lo reconoce: “Parece evidente que la contratación se llevó a cabo sin que en el año 2006 hubiera
previsto en el presupuesto municipal partida para hacer frente al coste del
contrato”. Es más, el juez también reconoce que el concejal de Hacienda era incompetente para contratar”, pero tampoco esto basta para no hacer frente al pago. El precio actual de las papeleras, según el Ayuntamiento, ronda los 120 euros.
El hecho de que las papeleras estén
efectivamente instaladas ha sido determinante a la hora de dar la razón a la
empresa. Metalisterías Costa, porque la empresa “cumplió con su obligación contractual”.
Según el Juzgado, los argumentos esgrimidos por el actual Ayuntamiento de que no paga las papeleras porque no se adjudicó el contrato en
los términos que dice la ley, ni que en el presupuesto hubiera partida para
hacer frente al pago de las papeleras no se sostienen. "La Metalisterías Costa no fue clandestina, sino que desde un principio resultó notorio que se instalaron
una gran cantidad de papeleras". Si las papeleras no se pagaran se produciría un enriquecimiento injusto para el Ayuntamiento. Y un enriquecimiento injusto, injusto es.
Otra cuestión distinta es si el Ayuntamiento puede pedir o no responsabilidades a quienes compraron las papeleras. Puede pedirlas, pero, pagar, hay que pagarlas. Y, además, con intereses.
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