Rafael Hernando tiene para todos

Iván Gómez
Jefe de Local de Diario de Almería

Si la política es el paraíso de los charlatanes, tal y como decía el escritor irlandés George Bernard Shaw en el pasado siglo, Rafael Hernando (Guadalajara, 1961) tendría muchas opciones de reinar en ese paraíso al que se llega a través de las urnas. Desde que protagonizara un incidente lamentable en los pasillos del Congreso, donde estuvo a punto de llegar a las manos con Alfredo Pérez Rubalcaba tras un áspero debate sobre la gestión del Gobierno en un incendio que le costó la vida a 11 personas en 2005, este licenciado en Derecho y máster en Administración y Dirección de Empresas por ICADE no ha dejado de protagonizar polémicas dentro y fuera de la Cámara Baja, donde ha sido diputado en seis legislaturas.

En la plataforma change.org se ha
organizado una recogida de firmas
para censurar a Hernando
Entradas y salidas de tono. Por sus entradas y salidas de tono se ha convertido en el parlamentario más polémico de la provincia y posiblemente también en el de la historia de la democracia en nuestro país. Sus frases, sacadas o no de contexto, ante el plenario, en los platós de televisión y desde hace un par de años también en las redes sociales no dejan indiferente a nadie y mucho menos a una oposición que cada vez le tiene más ganas.

A pesar de su responsabilidad, como portavoz adjunto del PP en el Congreso, este padre de tres hijos no ha dudado a la hora de llamar “ácrata pijo” a un juez o de atacar a Javier Bardem calificando sus reflexiones de “frivolidades de un millonario residente en Miami” e incluso a rivales políticos como Elena Valenciano diciéndole que “le molan los dedos de los condenados por acoso sexual”.

También tiene para Andalucía. A la reciente polémica que le enfrentó al PSOE de Andalucía con sus palabras sobre la desnutrición de los niños de la comunidad autónoma ha sumado una nueva en la que va mucho más allá asegurando en relación a las víctimas del franquismo que algunos se acuerdan de sus familiares cuando hay subvenciones.

Las asociaciones y colectivos de la memoria histórica en nuestro país han abierto una nueva guerra civil con demandas en los juzgados contra este abogado que no llegó a ejercer y el PSOE de Almería y las Juventudes Socialistas están liderando una campaña de recogida de firmas que tendrá como destinatario al presidente del Congreso, Jesús Posada, para que obligue al diputado popular a rectificar y pedir disculpas en base al artículo 29 de la Constitución.

En el punto de mira. Los socialistas lo han situado, por méritos propios, en el punto de mira y también han registrado una pregunta escrita en el Cámara Baja en la que instan al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, a que se pronuncie sobre el pronunciamiento de Hernando.

En el seno del Partido Popular, conscientes de que el diputado no tiene remedio y no será ni la primera ni la última vez, no quieren ni oír hablar de las medidas disciplinarias que piden los socialistas y ni siquiera han dado una respuesta distinta a la que Rafael Hernando ofreció hace unos días argumentando que sus palabras han sido manipuladas y que la denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica no tiene ningún fundamento legal.

Es más, está dispuesto a querellarse contra todos aquellos que ‘tuitearon’ su particular versión sobre las víctimas de la dictadura de Franco, una amenaza velada que está disparando a máximos históricos los ataques que cualquier otro político español ha recibido en redes sociales.

Recogida de firmas. En la campaña de recogida de firmas que el PSOE de Almería ha lanzado a través de la plataforma en Internet change.org(http://chn.ge/1buuSR0) consideran que es “inaceptable” que un representante democrático lance injurias contra quienes sufren aún hoy las consecuencias de la barbarie, mientras sus padres yacen enterrados y sin identificar en cunetas o en fosas comunes.

“Sus palabras suponen un claro insulto contra las personas que buscan justicia y la dignificación de la memoria de sus antepasados y de los represaliados por el franquismo”, entienden los que suscriben una petición que, aunque suscribe que “somos muchos los demócratas que consideramos indecentes, irrespetuosas e inadmisibles las declaraciones del diputado”, de momento no llegan ni a 700 personas.

Días antes llegó a decir que la República llevó a un millón de muertos, un puntapié a la historia que lo volvió a situar en primera línea de las redes sociales. 

Más de una vez. Repetía Winston Churchill que la política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra solo se muere una vez. A Hernando lo han querido matar, políticamente hablando, más de una vez desde el banquillo de la oposición, pero siempre sale airoso de la contienda.

De hecho, parece que después de algunos episodios ha cobrado más fuerza en un partido en el que sobrevive a pesar de que los pesos pesados de la época de Aznar, en la que llegó a ser portavoz del PP nacional, se han ido apartando del núcleo duro actual como ocurrió con Acebes, Zaplana, Trillo o Álvarez Cascos, entre otros tantos.

Andalucía, Etiopía. Si sus declaraciones lo han situado en el centro de la diana del PSOE andaluz, Hernando también ha demostrado tener una especial fijación en las políticas de la Junta a las que siempre tilda de “demagogia política”. “Íbamos para California, pero con el bipartito parecemos Etiopía” argumentaba hace unos meses en relación a la aprobación del Decreto de Exclusión Social después de atizar a la administración andaluza con reproches sobre los niños desnutridos culpando a sus padres sin atender a las posibles causas de pobreza y reconociendo que “yo aquí en Almería no conozco a ninguno”.

El PSOE almeriense le replicó de inmediato asegurando que “no tiene ni idea de lo que pasa en la provincia, desconoce el drama social que están viviendo muchas familias”. Pero no lo desconoce, sería un descuido, porque no hay comparecencia en la que no le eche en cara al gobierno de Susana Díaz la tasa de paro de la comunidad.

Es más, a raíz de su comentario sobre la responsabilidad de los padres se produjo un encontronazo virtual con un tuitero que le decía que se alegraría si “alguien le parte la cara”. La respuesta de Rafael Hernando, lejos de ignorar tal comentario, fue “¿por qué no lo haces tú?”, un comportamiento impropio para un representante de la ciudadanía.

¿Tiene arreglo? Y es que parece no tener arreglo y su historial de declaraciones polémicas no deja de crecer, una dinámica de echar más leña en la que la oposición política ha entrado de lleno, olvidando el “a palabras necias, oídos sordos” y rebajando un peldaño más la credibilidad de los ciudadanos en su casta. Oposición, Bárcenas, medios de comunicación, PAH, actores, jueces, inmigrantes… sus envites dialécticos lo han situado en el punto de mira.

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