El último año de la recesión

Javier Menezo
Letrado del SEPE

El balance laboral de 2013 ofrece, en mi opinión, signos de que estamos cambiando por fin de ciclo económico. No quiero poner muchos reparos a esta esperanza, pero también pienso que esos mismos datos nos indican que el camino será largo.

Esos datos de 2013 ofrecen una señal buena, unas medio buenas y una muy mala. La buena es que a partir de noviembre puede hablarse de creación de empleo neto, pues el número de cotizantes a la Seguridad Social tuvo un saldo positivo ese mes y finaliza el año un 1,94% de afiliados más que en 2012. En cifras absolutas son 4.765 afiliados más, pero que, así y todo, son menos que los que había en diciembre de 2011. Es decir, hemos empleado dos años en intentar volver al comienzo de la actual legislatura, sin conseguirlo y sin que se logre por lo menos hasta finales de año.

La señal medio buena la constituye los datos de paro, porque el año finaliza con unos 76.000 parados registrados, una cifra terrible pero que son 3.356 menos que hace un año, y representa una reducción del desempleo del 4%. ¿Un buen dato? Si, sin duda, pero sin pensamos que en los últimos 15 años, el desempleo sólo se ha reducido este año, y que por ejemplo entre 2000 y 2007 a pesar de un nivel de creación de empleo sin precedentes en nuestra provincia el paro siguió aumentando, tenemos ya una primera conclusión de lo que puede estar pasando.

El paro baja no sólo, y no principalmente, por la creación de empleo, sino porque los flujos migratorios no es que se hayan detenido es que se han invertido y Almería vuelve a ser tierra de emigración. Quizás sea un proceso necesario, no lo sé, pero el problema puede estar en que no sólo se vayan trabajadores no cualificados, inmigrantes con poco arraigo, sino trabajadores cualificados, formados aquí con los impuestos de todos y que beneficiarán el desarrollo de otros países.

El dato de creación de empleo no me atrevo a calificarlo como malo, ya que estamos en un momento en que cualquier empleo es bueno, pero sólo si el tipo de empleo que se crea mejorase en el medio plazo, y no lo creo. Hay que remontarse a 1997 para encontrar un dato tan exiguo de creación de empleo indefinido como el de este año. 11.000. Pero, si tenemos en cuenta que se computan como indefinidos el de emprendedores introducido por la reforma y que en un 80% finalizan antes de que pase el año de periodo de prueba que permite despedir sin indemnización, la conclusión sería que en 2013 no se ha creado empleo indefinido en absoluto. El que se ha creado es temporal y, cada vez más a tiempo parcial, que además admite ya horas extraordinarias, dificultando cualquier control y por tanto, permitiendo cualquier abuso. Por si no teníamos bastante precariedad, el Gobierno ha aprobado estas Navidades que el contrato de emprendedores pueda ser a tiempo parcial.

El dato nefasto lo ofrece el de protección por desempleo, pero este merece todo un artículo para él solo.

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