Simón
Ruiz
Periodista
En
una de sus últimas visitas a Almería, el vicepresidente de la Junta y consejero de
Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, anunció, en
un encuentro privado con periodistas, las intenciones de Izquierda Unida de
convertir la demolición del hotel de El Algarrobico, en Carboneras, en una oportunidad
para generar empleo en este y otros municipios del Levante.
Rosalía Martín y Valderas / Teleprensa |
Lo
que no decía la
Proposición no de Ley de Izquierda Unida, defendida por la
parlamentaria almeriense Rosalía Martín, es que debían buscarse responsabilidades
políticas entre quienes propiciaron que el hotel se construyera, mes a mes,
ante miles de ojos. Nadie reparó en pedir su paralización desde el mismo día en
que se colocó la primera piedra. Izquierda Unida y los ecologistas levantaron
sus voces cuando el daño ya era irreparable.
No.
En la confirmación la semana pasada de ese plan de empleo para Carboneras por parte
de la presidenta de la Junta
de Andalucía, Susana Díaz, no se anunció que se asumirían responsabilidades políticas
por parte de quienes tenían que velar por la legalidad urbanística. Nadie ha
dimitido hasta el momento. Nadie dimitirá. Ni en las filas del PSOE ni en las
filas del Partido Popular.
El
caso de El Algarrobico es un ejemplo más de como un pacto de gobierno se
sustenta en la fuerza de dos partidos políticos. La espada de Damocles que
supone estar pendiente de los votos de Izquierda Unida obliga al PSOE en muchos
casos a no poder llevar la delantera en muchos asuntos. Y en este caso,
Izquierda Unida parece marcar el guión. “Los acuerdos del Parlamento están para
ser cumplidos”, recordaba Rosalía Martín hace unos días.
Lo
mismo ha ocurrido con los planes de la Consejería de Educación y Cultura para cerrar la Alcazaba de Almería por
las tardes. Izquierda Unida fue rotunda. “Pediremos explicaciones al consejero”,
proclamó Rosalía Martín Escobar. Luciano Alonso adelantó el pasado viernes, en
un acto en Huércal, que la
Alcazaba sí abrirá algunas tardes en verano, ¡Milenio de
Almería habemus!
Ni
siquiera ha hecho falta demandar en el Parlamento andaluz soluciones al
conflicto planteado. En cualquier caso, los electores son testigos de todo un
pacto de caballeros entre socialistas e Izquierda Unida, un pacto que no tiene visos
de romperse. Todo lo contrario. A poco más de un año de las elecciones
municipales, en muchas localidades se piensa ya en los acuerdos PSOE-IU para el
mandato 2015-2019.
Tras la llegada de José Antonio Maíllo a la dirección de IU, parece que las diferencias entre los dos socios de gobierno enla Junta se ocultan menos. Así
estuvieron PP y GIAL ocho años en la capital y al final se casaron.
Tras la llegada de José Antonio Maíllo a la dirección de IU, parece que las diferencias entre los dos socios de gobierno en
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