¡Joder, qué tropa!

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Han sido necesarios casi dos meses de intensa reflexión (vacaciones de Navidad) para excretar medidas tan revolucionarias como un carril bici (nueva vertebración de Andalucía) y el filón de empleo a resultas de la demolición de El Algarrobico. La “esperanza blanca” de Andalucía (Susana Díaz) acaba de estrenar el año con iniciativas revolucionarias fundamentadas en tecnologías tan vanguardistas como el pedaleo y el escombro.

Susana Díaz
Si no fuese por la aportación lisérgica del sector comunista que apuntala el Gobierno regional, cabría dudar de la solvencia intelectual que tradicionalmente ha adornado a la Izquierda moderada. Sin embargo, la impregnación de ocurrencias instilada por la nefasta etapa de ZP, junto a la longeva permanencia socialista, devenida en régimen, necesitaba un impulso “intelectual” auspiciado por una inspiración levógira fundamentada en el velocípedo y el acarreo de cascotes: la nueva Modernización de Andalucía 2.0.

El “plan de empleo vinculado a la demolición de El Algarrobico”, hay que reconocerlo, es una de las bromas más originales e inesperadas –por alucinante- que cabría esperar de la llamada “esperanza blanca” de Andalucía. No obstante, hay que reconocer cierta estrategia de distracción a través del histrión. El citado plan de empleo queda diferido a condicionantes tan complejos y duraderos como la conclusión definitiva del recorrido jurídico del contencioso, sin olvidar el acordado concurso del Gobierno central en la pretendida demolición del polémico hotel.

Es de suponer que la demolición de una construcción tan singular no se puede administrar en régimen de “peonadas” provistas de machota y espuerta. Supongo que, como es natural, será preceptivo un proyecto de demolición, programado con maquinaria específica, explosivos, plan de seguridad, evacuación… y una adecuada recuperación de la ladera. Todo esto, cuando ocurra (pueden pasar años) será un “plan de empleo” para una empresa especializada, y los vecinos de Carboneras (jubilados y desempleados) podrán pasar las horas entretenidos observando el trabajo de los especialistas y la evolución de la maquinaria.

Este nuevo choteo es un episodio que desborda el continuado insulto a los almerienses: Plaza Vieja, Autovía del Almanzora, variante de Roquetas, Materno-Infantil, Cable Inglés, tren del mineral… y sólo falta denominar a un carril bici “palanca del modelo de cambio productivo” para mearse por las patas y esperar de este Gobierno social-comunista el regreso de la mongolfiera Almería-Sevilla, el velocípedo… y mano de obra al estilo Canal de Stalin: multitudinaria y barata, patrocinada por el Gulag. ¡Joder, qué tropa!

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