Milenio de Almería

Pedro Mena Enciso

Profesor de Historia

Comenzamos 2014 con esperanzas de vida renovadas y, en el recuerdo de la historia, Almería en el Tiempo se quiere asomar a ese Reino de Taifas esplendoroso que fue la Almería del Siglo XI. Hablamos del año 1014, cuando nuestra ciudad fue un Reino independiente y con gran poder (llegó a dominar ciudades como Murcia, Jaén, Baeza, Calatrava y Denia) hasta alcanzar su máxima gloria durante el reinado de Almotacín. La prosperidad de la ciudad se basó en el comercio de la seda y llegó a ser conocida de Oriente a Occidente como la ciudad de los telares. 

Foto: Amigos de la Alcazaba

Sin embargo, el sector económico fue más allá de la industria textil y, en este sentido, encontramos astilleros, fábricas de mosaicos, fundiciones y metalurgias  en las que se construían objetos de cobre, alfarerías, factorías de sal e industria de conservas de frutas.

Ciudad muy culta y refinada, vivió durante este período en paz y estabilidad que se aprovecharía también para construir fuentes, pozos, norias, acequias, palacios… La literatura, el arte y la cultura florecieron de forma espectacular.

Multitud de poetas de la Corte de Almotacín cantan y recitan el esplendor de esta tierra nuestra, espejo del mar y de los marineros. Algunos fragmentos nos dan idea de nuestro bienestar económico y de nuestra legendaria fama de tierra grata y acogedora donde el visitante se encuentra como en casa:

“La ciudad de Almería es paraíso donde hallarse podrán una por una todas cuantas cosas puso en el suyo Adán”.

“Almería es una ciudad opulenta y magnífica, cuyo renombre se ha divulgado y extendido hasta comarcas bien lejanas. Dios ha enriquecido a sus habitantes con varios dones… Ellos son generosos, bien formados, de buen natural, muy hospitalarios, en extremo leales a sus amigos, y sobre todo finísimos en sus modales y muy elegantes en el vestir”.

Un ilustre geógrafo hispanomusulmán, Al-Idrisi, asombrado por su belleza, hace una inolvidable descripción de esa Almería de la que Granada era su alquería. Destacamos algún párrafo con nostalgia y admiración:

“Fue la principal ciudad de los musulmanes en tiempo de la venida de los almorávides”. “El pueblo más opulento de todo el Andalús, y los que mantuvieron siempre el más extenso tráfico”.

Finalizamos nuestro primer artículo del año con la esperanza de que este Milenio del Reino de Almería (1004-2014) se conmemore como se merece una ciudad con grandes momentos en la historia que nos deben servir como modelo para el futuro. Tenemos todo un año por delante. ¡No lo dejemos pasar!