Joaquín
Jiménez
Portavoz
del PSOE en el Ayuntamiento de Almería
Si
ya me pareció grave hace unos meses que el Ayuntamiento de Almería tuviera que
reconocer que ha estado cobrando indebidamente el IBI desde 2009 a más de sesenta mil
familias, peor se me antoja el esperpento que se está produciendo con los embargos
de cuentas corrientes y las devoluciones por cobros de sanciones de tráfico mal
notificadas.
No
hay nada peor en política que ponerse de perfil, negar las evidencias y, al más
puro estilo Rajoy, esperar a que escampe. La indolencia del alcalde de la ciudad
con las cosas que les ocurren a sus ciudadanos no es admisible. Que un solo contribuyente
se sienta indefenso ante su ayuntamiento es la peor afrenta del sistema con sus
administrados.
El
primer edil no puede tolerar ni un día más que sigan produciéndose situaciones injustas
por parte de un poder público como es el Ayuntamiento de Almería. La apelación
del gobierno municipal del PP de “que son 200 resoluciones frente a 60.000
multas que se produjeron el pasado ano” denota la nula sensibilidad de quien sostiene
tal argumento y lo que es aún peor, la ausencia de rigor desde una administración.
Cientos
de resoluciones oficiales, que pueden suponer miles de expedientes por
infracciones de tráfico, dando la razón a los recurrentes por errores en las
notificaciones,
no
se pueden despachar desde la soberbia política y la prepotencia de quien
ostenta el bastón de mando.
Lo
vengo advirtiendo desde hace un año: la excelsa gestión de la derecha política
de la ciudad al cabo de una década al frente del consistorio ha entrado en
barrena; sentencias judiciales contrarias a los intereses municipales,
reclamaciones millonarias por supuestos incumplimientos de contratos y,
finalmente, las devoluciones por cobros indebidos del impuesto de bienes
inmuebles y sanciones de tráfico y aparcamiento en zona azul mal notificadas
han empañado la recta final de su gestión.
Señor
alcalde, aunque tarde, ponga orden en su casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario