Juan Folío
La Opinión de Almería
¿Es posible, es imaginable, que en Almería se produzca un caso similar al producido en el barrio de Gamonal de Burgos? No existe, en principio, paralelismo alguno entre los sucesos de Burgos y lo que está pasando o puede pasar en Almería o Andalucía. Pero no todo el mundo piensa lo mismo. Dos periodistas de medios digitales de Almería, Rafael M. Martos, de Noticias de Almería, y Javier Salvador, de Teleprensa, sí han establecido posibles paralelismos. Como es natural, cada uno se lleva el agua a su molino, como se puede apreciar a continuación.
Gamonal
en Almería
Rafael M. Martos / Noticias de Almería
Desconozco
las razones reales por las que un grupo de vecinos del barrio burgalés de
Gamonal no quieren que les hagan un bulevar, como desconozco los motivos por
los que el alcalde ha decidido dar paso atrás en el proyecto. Unos
dicen que el dinero debe destinarse a otros fines sociales (tal vez las obras
no generen puestos de trabajo, y generar zonas de esparcimiento y paseo tampoco
faciliten el acceso a bares y tiendas), otros que la obra quita aparcamientos
gratuitos (siempre serán menos los coches aparcados que el cómputo total de
vecinos en el barrio, y si se hacen subterráneos de pago, están en la misma
situación que estamos todos los ciudadanos, pagamos y lo usamos, no pagamos y
no lo usamos, como la zona ROA), otros comentan que es que no se ha negociado
con los vecinos (sí se ha negociado desde 2011 con el consejo vecinal, una
veintena de organizaciones, y sí les pareció bien a todos y el proyecto se
aprobó por unanimidad)... y tampoco está claro si la suspensión de las obras
dispuesta por el alcalde ha sido una decisión acertada para desactivar la
protesta, o ha sido una bajada de pantalones y una inaceptable cesión a los
violentos.
Rafael M. Martos |
Mientras
algunos pretenden que la "chispa" de Gamonal se extienda por un
reguero de pólvora, lo seguro es que no llegará a Almería. Almería está en
Andalucía, y en Andalucía gobiernan PSOE e Izquierda Unida. Más
allá de esa consideración que algunos pueden tachar de tendenciosa, pero que es
una realidad como lo demuestra el hecho de nunca se ha hecho una manifestación
o protesta contra ninguna decisión o indecisión del Gobierno andaluz, aquí hay
motivos para un Gamonal, pero tranquilos, no lo habrá.
El
alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, anunció este miércoles que se
acabaron las contemplaciones, y que el Ayuntamiento asumirá directamente la
rehabilitación de lo que queda de la Casa Consistorial.
Lo hará porque desde 2008 la
Plaza Vieja está empantanada porque la Junta de Andalucía no acaba
lo que empezó tarde y mal, y porque a pesar del ofrecimiento municipal, eso no
llega a concretarse en un nuevo convenio.
A
pesar de que uno de los puntos turísticos de la capital está levantado, ni un
solo vecino o comerciante del casco histórico se ha levantado contra el
Gobierno andaluz haciendo de Almería otro Gamonal; no, tampoco los almerienses
van a levantarse por el cierre de la Alcazaba por las tardes, y tampoco habrá
barricadas porque en la provincia haya aulas prefabricadas con una década de
antigüedad... No,
en Almería tenemos una estupenda vacuna contra la Gamonalitis , y nos la
llevan administrando más de treinta años.
Protestas
en Burgos y chapuzas en Almería
Javier
Salvador / Teleprensa
Viendo
lo que ocurre en Burgos, con los vecinos en pie de guerra por la construcción
de un aparcamiento con la excusa de llevar a cabo un bulevar, -¿o era al
revés?- el levantamiento popular, los disturbios, protestas ante el medio de
comunicación afín al equipo de gobierno en la localidad y la gran pregunta de
por qué se mete el dinero público ahí y no en otras acciones más acordes con
los tiempos de estrecheces que se corren, no queda más remedio que replantearse
cómo hacemos las cosas en Almería. Sí, en la mismísima Almería.
Javier Salvador |
Espero
no tener que darle nunca la razón a mi hijo cuando dice eso de: “si es verdad,
o la lías en la calle o al final las manifestaciones no valen para nada”, pero
es la sensación que tienen nuestros adolescentes y quizás la culpa sea nuestra,
de sus mayores, por esa dejadez que nos ha llevado a tragar con ruedas de
molino.
Si
atendemos a los informativos los vecinos de Burgos no se enfrentan a la Policía porque no quieran
un aparcamiento, un bulevar o por el hecho de destinar dinero público a asuntos
que entienden poco adecuadas en los tiempos que corren. Obviamente el trasfondo
es muy sencillo, están hasta los huevos de que el ayuntamiento acote más y más
espacios públicos para obligarte a repagar por su uso, porque claro, ya pagas
impuestos de circulación, basura, agua y alcantarillado, bienes e inmuebles,
por aparcar en plena calle, etc… Y ahora el aparcamiento que se come los únicos
espacios libres del barrio.
Normalmente
todos estos servicios son concesiones a empresas, grandes o medianas y casi
siempre locales, y si no lo son siempre encuentras algún que otro allegado. Un
buen ejercicio de la oposición es coger, por ejemplo Almería, e
investigar la relación entre los gerentes de estos servicios, pongamos por caso
la zona azul, con el equipo de gobierno empezando por el alcalde y terminando
por el último de la lista. Y bueno, a ver qué sale.
Pero
con los aparcamientos públicos se rizó el rizo. En el caso de Almería y por
ello me planteo si los vecinos de Burgos son héroes o gamberros, se constituyó
una empresa pública que tendría que explicar qué método utilizaron para
realizar los estudios de mercado que justificaban los aparcamientos
construidos.
En
el caso del aparcamiento de Almadrabillas el adjudicatario creo que reclama vía
judicial las pérdidas que sufre desde el primer día, ya que su ocupación no
tiene nada que ver con las previsiones que Emisa hizo públicas. Igual sucede en
Padre Méndez, en cuyo caso el problema añadido es que el adjudicatario no ha
pagado ni un solo recibo correspondiente a la concesión. Es decir, tiene una
deuda millonaria con el Ayuntamiento de Almería, pero si usted o yo no
pagamos un multa de zona azul, van y nos embargan la cuenta bancaria. Que manda
cojones.
Y
una mejor aún. El aparcamiento de Obispo Orberá, uno al que constantemente le
aparecen unos agujeracos en superficie que dan miedo, generó tantos daños a los
comercios de la zona que creo que sólo un par de ellos sobrevivieron y en
particular uno, Deportes Blanes, lo pudo hacer por el pulmón económico
generando durante años. Claro, que en el caso de este empresario ya lo
advirtió, se manifestó y protestó igual que en Burgos pero sin quemar
contenedores, -creo que porque sus hijos no le dejaron, que él ganas ya tenía-.
Y, además, se armó de paciencia, se gastó el dinero, y demandó al Ayuntamiento
que ahora, con el mismo alcalde del PP, tendrá que pagarle lo más grande en
concepto de lucro cesante durante las obras.
Hay
otros aparcamientos, también pagados por esa empresa pública y sobre la que
habría que dar una vuelta más desde la oposición, para ver si hay relación
familiar entre esos empleados públicos y otros responsables políticos del mismo
ayuntamiento.
Y
claro, con todo ello sobre la mesa y siendo conscientes de que si los
aparcamientos eran la gallina de los huevos de oro, alguien los trincó y salió
por piernas, cuando ves lo que ocurre en Burgos, las manifestaciones vecinales,
sólo queda agachar la cabeza y reconocer que en Almería no tenemos otra cosa
que lo que nos merecemos. Aunque visto desde otro extremo, si le contamos a los
burgaleses el ejemplo de lo ocurrido en Almería les será mucho más fácil
emprender cuantas acciones sean necesarias, porque podrán gritar eso de
“todo menos un Emisa de Almería en Burgos”.
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