Iría
Comesaña
Periodista
En
un claro ejemplo del efecto mariposa, la irrupción de la Policía en el Ayuntamiento
de Tomares reclamando pruebas tras la imputación de tres concejales en una
denuncia por malversación salpicó ayer, sobre todo, al proceso de sucesión del
PP andaluz. Una transición inexplicablemente estirada desde hace meses en la
que el protagonismo del alcalde de Tomares, José Luis Sanz, empieza a ser mayor
por los tropezones que por los apoyos. Sanz, número dos de los populares
andaluces y favorito explícitamente reconocido del actual líder del PP-A, Juan
Ignacio Zoido, ya fue el centro de una inesperada polémica en noviembre cuando,
tras filtrarse su nombre como sucesor casi seguro con fecha de nombramiento
incluida, sufrió el mazazo de que el presidente del partido, Mariano Rajoy,
frenase con contundencia el relevo.
José Luis Sanz |
En
esta segunda ocasión le salpica de lleno la mancha por el desvío de dinero
público que supondría que el Ayuntamiento hubiese encargado informes de dos o
tres líneas durante todo el mandato anterior a quien hoy es concejal del
Gobierno, pagándoselos generosamente y asegurándole así ingresos continuos tras
quedarse fuera del ejecutivo local. No sólo porque hayan sido imputados tres
concejales de su equipo, incluido el titular de Presidencia y secretario
general del PP de Sevilla, Eloy Carmona, sino porque sería difícil de
justificar que los contratos que investiga el juzgado se hubiesen mantenido
durante todo el mandato sin conocimiento del alcalde. Y de haber sido así, su
solvencia como responsable político tampoco quedaría demasido bien parada.
Su
liderazgo al frente del Ayuntamiento de Tomares, donde gobierna desde hace
siete años –los dos últimos con mayoría absoluta–, es el principal argumento en
el que el propio Sanz se envuelve para postularse como presidente del PP
regional y próximo candidato a las elecciones autonómicas. En ese escenario, un
golpe en el centro de su Gobierno municipal, en el que se le supone el manejo
de los hilos, se presenta como un nuevo mazazo para Sanz.
El
golpe le llega a Sanz en medio de la incertidumbre del proceso de sucesión, que
no termina de concretarse. Se anunció que el congreso del relevo sería en
diciembre, lo que dejaba las manos libres a Zoido para dimitir como presidente
regional y zafarse de un cargo que le suponía un enorme desgaste como alcalde
de Sevilla, el cargo por el que siempre mostró predilección. Autodescartándose
desde el primer momento como candidato a la Junta de Andalucía, Zoido mostró en numerosas
ocasiones su apoyo a Sanz. Pero el parón al que obligó Rajoy con su desmentido ha
prolongado una interinidad en la que han florecido otros nombres, más
respaldados desde el PP en Madrid, que busca un candidato con un perfil más
potente para medirlo con la flamante presidenta y aspirante a la reelección del
PSOE, Susana Díaz. Si no hay otro aspirante más claro, es porque tampoco existe
ese perfil.
La última previsión del PP pasaba por elegir a los
candidatos a las municipales antes del mes de mayo, y ese proceso debería ser
posterior a la designación del candidato a la Junta , por lo que a Sanz le cogerá con el paso
cambiado por la instrucción de la denuncia por malversación en el Ayuntamiento
de Tomares.
Justo
ayer estaba prevista la asistencia de Sanz a una reunión de los coordinadores
provinciales de la campaña de las elecciones europeas, a la que finalmente no
asistió. Tras este encuentro, la vicesecretaria de Organización del PP-A, Ana
Corredera, aseguró que el frenazo en la sucesión del partido y la elección del
candidato a las autonómicas no guarda relación con la investigación judicial:
“En absoluto tiene nada que ver”, aseguró tajante.
Corredera
insistió en que no hay novedades en el relevo al frente del PP andaluz y en que
la dirección regional y nacional del partido “siguen trabajando para ver el
momento y la persona más oportuna”, algo de lo que negó que se hubiese hablado
en el Comité Ejecutivo Nacional del PP que se celebró en Madrid. El Correo de
Andalucía.
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