María
Teresa Pérez Sánchez
Presidenta
de Amigos de la Alcazaba
El
centenario de Trinidad Cuartara pasó desapercibido en 2012, sin que ninguna Administración,
sobre todo nuestro Ayuntamiento, que estaba obligado a ello, rindiera el debido
homenaje al gran arquitecto y urbanista almeriense. Ha sido nuestra Asociación,
con la organización de un ciclo de conferencias y visitas y la concesión a
título póstumo de nuestro premio Alcazaba, quien ha intentado paliar este
imperdonable olvido.
Pero
nosotras, las asociaciones, la ciudadanía, no debemos ni podemos hacer el
trabajo de aquellos a quienes hemos elegido y pagamos con nuestro dinero, y
esto es lo que está ocurriendo de nuevo con lo que es obligación ineludible de nuestras
autoridades: la realización de un proyecto de conmemoración del Milenio del
Reino de Almería digno de Almería y sus ciudadanos.
Y
esta crítica es válida para las Administraciones de todos los signos y colores.
Hasta ahora parece que en lugar de trabajar coordinada y lealmente, es mucho más
fácil y políticamente rentable atrincherarse cada administración en su búnker y
desde él planificar la jugada con el mayor sigilo posible, contando con las
fichas que se tienen más a mano, y sin complicarse demasiado la vida, que hay mucho
que hacer y poco dinero que gastar, porque ya no es época de vacas gordas como
cuando comenzó a gestarse el Milenio de Granada (tan cerca y sin embargo tan
lejos), y eso de colaborar, crear sinergias, trabajar en red, optimizar
recursos, contar con las personas y asociaciones dispuestas a cooperar, aprovechar
el enorme potencial que existe, parece no ir con ellos.
¿Para
qué plantearse la Consejería
de Cultura el estado de nuestro patrimonio, ni pedir colaboración a nadie, si con
algunas acciones para profesores y alumnos (hay que contar con la escuela, que para
eso es también Delegación de Educación), quizás alguna exposición (por supuesto
no de la envergadura de las de Granada) y unas cuantas actividades nocturnas en
la Alcazaba
(la perla de la corona) ya vamos servidos?
¿Por
qué debería la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía contribuir al diálogo entre
las administraciones y a la resolución de las demandas de apertura de nuestra Alcazaba,
nuestro Museo, el cierre de nuestro Centro “Puerta de Almería” si puede zanjar
la polémica y echar balones fuera culpando al Ayuntamiento de lo que también hace
mal?
¿Para
qué va Diputación a complicarse la vida diseñando y difundiendo rutas
provinciales que pongan en valor los inmensos potenciales patrimoniales, naturales,
gastronómicos, empresariales de Almería ni a organizar actividades en los
pueblos, si con las cuatro excursiones de toda la vida ya hay bastante?
¿Para
qué convertir el Milenio en un proyecto ilusionante en torno al cual gire buena
parte de la vida municipal y el trabajo de las diversas áreas del Ayuntamiento
si el Milenio “pertenece” al Área de Cultura, que hará lo de todos los años y
poco más, consiguiendo, si es posible, unos eurillos de Urban?
Este
es el lamentable panorama a día de hoy. Todavía hay tiempo, porque nuestro Milenio
se va a conmemorar, novedad reseñable e inaudita, de julio a julio. Pero estos son
los mimbres con que contamos.
Por
nuestra parte haremos lo que venimos haciendo desde hace ya 10 años y desde el pasado
año con la conmemoración del Milenio: seguir llamando al diálogo entre Administraciones
(forma parte además de nuestros objetivos estatutarios) y seguir trabajando en
nuestro programa conmemorativo, modesto, pero digno, que contribuya a rellenar
las páginas, aún en blanco, de nuestra agenda del Milenio.
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