Antonio
González Ramón
Presidente de la Asociación de Espeleólogos Velezanos
La Alfesta, en Vélez Rubio |
En
primer lugar, la apertura de una cantera para rocas ornamentales, comúnmente
denominadas mármoles, incide en el modelo de desarrollo fracasado en el que se
ha cimentado el desastre económico que está asolando a nuestro país en los
últimos años. El crecimiento basado en la construcción es la receta que
nuestros gobernantes pretenden aplicar para solucionar algo que este mismo
modelo ha creado. La justificación de la cantera como motor de creación de
puestos de trabajo en la zona es una quimera difícil de creer. La razón es
sencilla, el mercado en el que colocar el producto a extraer de la cantera está
inmerso en una grave crisis, algo que todos sabemos de sobra. Hay actualmente
canteras en funcionamiento cerca de nuestra comarca, que llevan años extrayendo
rocas similares a las que pretende poner en el mercado la empresa Alfesta
Stone. Podemos citar los grupos de canteras de Cúllar en Granada, o de Cehegín
en Murcia. Pues bien, en las dos zonas se han cerrado muchas de ellas y las que
quedan funcionan bajo mínimos. Esto nos lleva a preguntarnos por las verdaderas
razones de la puesta en marcha de este proyecto, con todos los números para que
fracase rápidamente.
En
segundo lugar, la concesión de un permiso de investigación en la Alfesta conllevará una
afección al medio irreversible, porque es destructiva. Hay que explicar
claramente en qué consiste un permiso de investigación. Se trata de extraer
unos cuantos bloques de varias toneladas en su conjunto, para comprobar la
calidad del producto. Con esta actuación los paredones que flanquean la Rambla de Chirivel en la Alfesta serán destruidos,
aunque después se decida, por ejemplo, que la roca está muy fracturada y la
exploración no es viable, algo que perfectamente puede ocurrir. Esta sola
actuación habrá puesto dinero en funcionamiento y alguien habrá hecho su
pequeño negocio, eso sí a costa de la desaparición de un punto emblemático del
entorno velezano.
Nuestro
tercer razonamiento se basa en que los paredones de la Alfesta están rodeados,
tanto hacia oriente como occidente por un rico entorno arqueológico
prehistórico y medieval, como son los cerros del Castellón y los López. Ha
habido proyectos para la puesta en valor de estos yacimientos, y esto es algo a
lo que los velezanos debemos aspirar. La apertura de la cantera perjudicaría
gravemente estos proyectos. La
Comarca de los Vélez está ligada a su Parque Natural y a su
valioso patrimonio histórico, geológico y arqueológico, que debe ser conservado
y que debe ser el verdadero motor de desarrollo de la zona. Actuaciones como la
apertura de esta cantera van en contra de nuestros propios intereses.
Exponemos
como cuarto razonamiento la importancia que los paredones de la Alfesta han tenido como escuela
de escaladores y espeleólogos velezanos. En ellos se instalaron numerosas vías
de escalada, y se construyó una espectacular vía ferrata. Los movimientos
previos para el intento de apertura de la cantera han obligado al
desmantelamiento de todas estas instalaciones. La vía ferrata era una de las
mejores de Andalucía y su puesta en explotación durante el poco tiempo que
puedo utilizarse atrajo nuevos turistas hacia nuestra comarca. Estamos seguros
que su importancia habría crecido a lo largo del tiempo, creando nuevos
atractivos que ayudarían a mejorar nuestra economía. Sin duda en mayor medida
que una cantera sin futuro.
El
último razonamiento tiene relación con el abastecimiento de agua potable a la
población de Vélez Rubio. Muy cerca del área prevista de apertura de la cantera
existe un sondeo utilizado para este fin. Es cierto que la compra por parte del
ayuntamiento de los derechos de las aguas del Alporchón procedente de los
manantiales del Maimón, ha hecho que disminuya la importancia de este sondeo.
Sin embargo, un núcleo de población del tamaño de Vélez Rubio debe tener
alternativas de emergencia para prever posibles problemas en las redes de
suministro ya sea por roturas de tuberías, por graves sequías que disminuyan
los caudales de los manantiales o por cualquier otra causa. El mantenimiento de
la operatividad del sondeo de la
Alfesta es una garantía frente a este tipo de problemas. El
entorno de los sondeos utilizados para abastecimiento debe estar protegido, así
como el acuífero que explotan. La apertura de una cantera tan próxima al sondeo
(a solo 200 m )
pone en riesgo la calidad química del agua explotada y nunca debería ser
autorizada.
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