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¿Cómo se gestiona el dinero público en los departamentos universitarios?

Jorge Lirola Delgado
Profesor de la Universidad de Almería

En la reunión del Consejo del Departamento de Filología de la Universidad de Almería ayer había un único punto del día: el reparto del dinero concedido a las áreas de conocimiento. Las propuestas hechas por éstas eran dispares, desde el dejar una cantidad para coordinar actividades y compras conjuntas de material y asignar otra a cada profesor, caso del área de Filología Inglesa, hasta el repartir todo entre los profesores para que cada cual lo gaste a su antojo, como quieren aplicar en mi área (Estudios Árabes e Islámicos) y en otras muchas. 


Uno de los grandes males de la enseñanza universitaria es la falta de coordinación entre el profesorado en la docencia, en la adquisición de material bibliográfico y en tantas otras cosas, imponiendo votaciones antes de buscar consensos y haciéndolo hasta para determinar lo que es legal. A veces me da la impresión de que son capaces de decidir incluso por votación qué escribió Averroes. Por eso, mi postura es la de no apoyar la irresponsabilidad que desde mi punto de vista supone el que cada cual actúe a su libre albedrío sin ningún tipo de coordinación, pues me consta que algunos profesores son responsables, pero la forma de actuar de otros deja mucho que desear.

Como yo iba a estar a favor de las propuestas hechas por unas pocas áreas de mantener espacios de gestión común y en contra de las que querían aplicabar lo que yo entiendo un pésimo neoliberalismo a ultranza en contra de obligarnos a lo que creo que es nuestro deber de consensuar la gestión común, pedí que las votaciones de cada propuesta diferente se realizaran una a una por áreas, pues, aparte, requerí yo del Director del Departamento la información de quiénes partía cada propuesta, dado que no se aplicaba un criterio común en cada área, ni tampoco se había informado si en cada una las decisiones tomadas eran unánimes o no. Solo sabía mi caso: no habíamos estado de acuerdo y considero que es una información crucial que cada uno de los miembros del órgano colegiado competente para aprobar ese punto, que es el Consejo del Departamento y no las áreas, debíamos saber (yo lo exigí sin que se me facilitara) con qué respaldo se había hecho cada proposición. Si tenemos que aprobarlo en el Departamento es porque las áreas no tienen entidad jurídica para hacerlo y por no tener no tienen ni secretario que levante acta de las reuniones.

La postura del Director, Javier Aguirre Sádaba, la conocía previamente pues, al ser catedrático de mi área, la expuso en la reunión previa: él quiere que repartamos el dinero y quien quiera correr llevándoselo que lo haga y quien apueste por organizar actividades y adquisiciones conjuntas de material, que proponga al resto que se sumen puntualmente. El mundo al revés. Nuestra obligación es dar clases (aunque hasta a veces lo dudo pues nadie controla si las damos o no y si los alumnos protestan, como no lo demuestren con notario, no consta); el que estén coordinadas esas clases o no depende de la buena voluntad de cada cual pues no es ningún deber. Y lo dice un catedrático.

Otro catedrático, José Valles Calatrava, intervino en la reunión para decir que a él no le interesa saber en qué se gastan los demás el dinero. Era previsible, pues siempre ha mantenido que las áreas deben ser cortijos autónomos, lo que le sirvió para adueñarse del suyo, controlar quien entraba, aburrirlo si se rebelaba y sacar la cátedra propia, aunque, cuando fue convocada una cátedra de árabe hace ya más de 15 años, no dudó en ser él el que propuso a los miembros del tribunal de esa otra área para que obtuviera la cátedra una candidata concreta que le convenía a él y quedó en evidencia por la forma chapucera como lo hizo, sin conseguir finalmente su objetivo. Yo le contesté que a mí sí me importa cómo se gastan todos, incluido él, el dinero que pagamos los españoles con nuestros impuestos y creo que tengo derecho a que me importe y más cuando lo tengo que votar en el departamento por imperativo legal.

Ya no es solo cómo se gasta el dinero público, sino también de qué forma y con qué maneras se decide cómo se gasta. Hasta ahora, por lo que he comprobado en mi departamento, sin garantías y saltándose la legalidad pues no se da la información completa antes de votarse las propuestas y éstas no se hacen de forma individualizada sino conjunta. Sin duda, una nueva y rápida modalidad para aprobar propuestas. En el próximo consejo en el que haya muchos puntos los votamos todos de una vez y acabamos antes los pocos miembros que vamos a las reuniones.

Los otros miembros de mi área, Luisa Arvide y Bárbara Herrero, ni asistieron a la reunión. Lo mismo ya habían echado a correr antes de tiempo a ver en qué se pulen el dinero público. ¿Podremos saber en qué se lo gastan o habremos de votar si podemos saberlo? Y el rector, Pedro Molina, ¿qué resolverá sobre los procedimientos tan garantistas dignos de un capítulo de Chanchullos University?, pues habrá de pronunciarse al recurrir yo la decisión por considerarla nula de pleno derecho por no seguir el procedimiento establecido (defecto de forma).

26 comentarios:

  1. En efecto, una curiosa idea de lo público que más bien tiende a lo corporativo. Si ni siquiera los miembros de ese departamento saben en qué se gasta el dinero, imaginen el ciudadano común. Y no tan común porque si la Universidad fuese realmente pública y no corporativa, a esos recursos de investigación debería poder acceder cualquier ciudadano que tuviese la capacidad de presentar una propuesta sólida, quizá según un sistema de evaluación por par ciego, y no exclusivamente quienes trabajan en esos departamentos. Quizá en el pasado, de forma más bien práctica que legal, daba la casualidad de que la mayoría de quienes se encontraban cualificados para proponer actividades de investigación trabajaban dentro de la estructura universitaria. En este momento no es así y cada vez lo será menos, ya que esas estructuras se han convertido en una trinchera de los de dentro contra los de fuera que ríase usted de la Línea Maginot. Por ejemplo debido a la tasa de reposición de 1:10 impuesta por el Gobierno y a la consiguiente actuación coordinada de sindicatos y patronal universitaria para convertir lo público en propiedad de un colectivo. Creo, de todos modos, que si hay suerte y algún día existe una ley de transparencia como la de los otros países europeos, podremos poner esas prácticas al descubierto. Y disculpe que firme como anónimo, pero, si no, no me atrevería a comentar su artículo en estos términos. Un saludo

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  2. Cualquier miembro de un Departamento tiene derecho a obtener toda la información que requiera sobre la liquidación de los gastos. Entiendo que uno pueda o no compartir los criterios de gasto, pero no se puede decir que los miembros de un Dpto universitario no saben en qué gasta el dinero dicho departamento. Otra cosa es que no les interese conocerlo y pasen de todo, cosa bastante habitual. Pero el que quiere saber, sabe.

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    1. El problema es que una cosa es que se tenga derecho y otra, lamentablemente, que te dejen ejercerlo. Aparte, como dice, es habitual que la mayoría prefiere mirar para otro lado.

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  3. Conozco demasiado bien los chanchullos de los que habla este artículo y sé que existen en muchos departamentos universitarios en los que el dinero público, distribuído con total opacidad y camuflado bajo el nombre genérico de "investigaciones", se dedica a financiar viajes privados y vacaciones de algunos de sus miembros. Nos quejamos de la corrupción política pero una persistente y fina llovizna de esta podredumbre impregna toda nuestra sociedad en sus más diversos ámbitos.

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  4. Me da mucha pena una vez mas ver que existen Universidades y Departamentos donde funcionan asi las cosas. Solo quiero indicar que hay muchos otros profesores, Departamentos y Universidades que estamos luchando, y mucho, porque las cosas sean como deben. Un profesor de la Universidad Carlos III de Madrid

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  5. Anónimo1/3/14 12:03

    Por si entra aquí alguien que no sea profesor de Universidad, conviene aclarar que la cantidad de dinero de la que estamos hablando es ridícula (aunque estoy de acuerdo en que la práctica del reparto de fondos es execrable). Rara vez se le asigna a un profesor más de 1000€ en un año, que yo sepa, y en principio debe ser gastado en material docente (otra cosa es que lo gasten en comidas y el jefe de departamento firme la autorización, eso es corrupción).

    Concuerdo con que en la Universidad hay prácticas corruptas. Por ejemplo, cursos de doctorado que no se dan, por no hablar del amaño de las plazas.

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    1. Anónimo2/3/14 10:04

      Me ha molestado lo de "ridícula". Claro, para un profesor puede ser ridículo 1000 euros, comprar unos libros y acudir a un congreso. Pero si en ese departamento hay 20 profesores la cantidad son 20000 euros. nada ridículo y con los que se puede adquirir un equipo de laboratorio de investigación, p.ej., siempre complicados de financiar, que aprovechará a los miembros del departamento, la universidad y a la sociedad en general.
      Así que me gustaría más decir que la cantidad es pequeña (no ridícula) si la repartes.

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  6. Lo mismo ocurre en Barcelona, la corrupción está tan arraigada que profesores, como Josep M., que se han doctorado en Münster y en Benarés, que no conocen la catedral de las pinturas de la lengua de la que van de especialistas, llegan a decir a una doctoranda de Chicago que no se preocupe que el dinero lo tendrá puntualmente asegurado cada mes en la Universidad Autónoma de Barcelona, pero que tiene que mirar a otro lado. Los fondos públicos sirven para contratar en conferencias y en publicaciones, muy bien pagadas por cierto, a los amigos personales quien sabe por qué y que sólo hablan de su propia persona, en detrimento de lo que realmente interesa a disciplina y de los especialistas importantes, que los pasan de largo. Pero es que además van de arqueólogos heroicos que recuperan piezas en otros países; llevan a catedráticos de viaje a un país sin decir quien les ha organizado todo y en qué agencia les han hecho un trato inmejorable por favores que deben a otros, que no constan en ningún lugar; que les preparan los Diplomas y Másters para doctorandos sin reconocer nada de lo que han trabajado sólidamente otros. En fin, organizan congresos ibéricos con el enorme trabajo inmenso previo de quien no figura en ninguna parte. Pero además se ofenden si piensan que alguien ha dicho algo y llaman a la Unidad a los congresistas. Por no decir que los fondos de una excavación los llevan en calcetines, eso sí bien recogidos. Lo que va bien y es interesante a la opinión pública ni lo tienen en cuenta y lo desprecian y además usan por originalidad manida neologismos a diestro y siniestro y más cosas inconfesables... Jaume Alavedra i Regàs, Universitat de Barcelona

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  7. Anónimo2/3/14 15:49

    Lirola ahora han nombrado Vicesecretario de Universidades del PP a JOsé Jesús Gázquez, lo mismo te nombre Vice-Rector o Decano y te resuelve los problemas del profesorado, alumnado y personal administrativo. ¿Será el candidato a REctor del PP? Al anterior candidato frente a Pedro MOlina no le apoyaron ni el profesorado del PP, lo mismo ahora, si.

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    1. Que yo sepa, no es catedrático, por lo que no se podría presentar a Rector.

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  8. Anónimo3/3/14 08:35

    Los que estamos en la Universidad estamos hartos de oir cosas cómo la que narra el Sr. Lirola, es una pena que de forma colectiva no se denuncien estás prácticas de derroche y dispendio. Por cierto, que leyendo al Sr. Lirola cómo habla del dinero público me parece escuchar al Sr. Rector, de hecho con esos mismo argumentos avaló su famoso Plan de Eficiencia. Ojala hubiese servido ese plan para controlar cómos se gasta el dinero en la Universidad, por poco que sea, y sino que le pregunten a esos departamentos cuando llega final de año y hay que gastar lo que les queda en el presupuesto. ¿Ha preguntado por esto en el suyo Sr. Lirola? Seguro que puede ser un tema muy "jugoso".

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  9. Creo que tu exposición es valiente y necesaria. También algunas respuestas posteriores. Pero el título del artículo de opinión es generalizador: parece extenderse a la mayoría de la universidad. Y pudiera no ocurrir así. Mi departamento (Didáctica y Teoría de la Educación, UAM) organiza bien sus cuentas y lo hace con luz y taquígrafos.

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  10. Me parecen muy saludables estas consideraciones, tanto de Jorge como de otros compañeros. Expresan casos concretos e invitan a hacerlo de otros en el mismo sentido cuestionable. Pero el título del artículo tiene un tono generalizador. No habla de 'algunos', sino de 'los'. Parece referirse a toda la universidad. Y eso entiendo que no es riguroso ni justo para los departamentos que gestionan sus fondos bien, con luz y taquígrafos y justificando hasta el último euro.

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  11. Siempre hablo desde mi experiencia personal en mi Universidad, como imagino que el resto desde la suya, aunque, por lo que contrasto con compañeros de otras universidades, lo que denuncio está muy extendido. ¿Hasta qué punto? ¿Cuál es la generalidad y cuál la excepción? El haber empleado "algunos" hubiera supuesto tomar partido por el hecho de que lo que denuncio es la excepción. De cualquier forma, dentro del artículo aludo a formas distintas de hacer las cosas. Ojalá haya cada vez más transparencia como garantía de que se hacen bien las cosas o se pueden comprobar si no es así y denunciar. Pero, por lo que veo, hay mucha opacidad.

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  12. Anónimo3/3/14 14:09

    Parece que el compañero Lirola esta cargado de razones, pero
    1 no todas las universidades son iguales
    2 dentro de una universidad concreta hay marcadas diferencias
    3 en departamentos experimentales el presupuesto ordinario da para pagar el telefono, los folios, las fotocopias para examenes y poca cosa mas
    4 la corrupción y las corruptelas en la universidad publica deberian combatirse desde dentro e intentar que fuera salieran de la forma mas ordenada posible. El riesgo de hacer el juego a los enemigos de la Universidad Pública es grande. De hecho estamos continuamente oyendo comentarios despectivos con argumentario similar y que acaban con un "esto en la privada no ocurre". Pero nunca hablamos de lo que ocurre en la privada....En una, cierta vez tenian poca matricula de primero, el año anterior tampoco habia sido nada bueno, pero no tan malo. Solución: en el curso aquel (no hace mucho, no sufran) no hubo primero. Los que habian hecho primero cursaron segundo, los demas empezaron por segundo e hicieron primero el año después. Soy anònimo pero os juro que es cierto.

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  13. Jorge, ya sé que lo haces desde tu experiencia. Y al hacerlo estás a la altura de la propia universidad. Creo que hay que denunciar lo denunciable. Pero el título del artículo es el título del artículo. Y es muy contundente. Y asocia dos efectos no tan deseables, diferentes a la denuncia. Por un lado, salpica a priori, de alguna manera, a una gran mayoría de profesionales honestos y una predominancia de buenas prácticas en la gestión económica. Quiero pensarlo. Un segundo efecto adverso es que -como dice Anónimo- se da carnaza a quienes quieren desprestigiar a la universidad pública.

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    1. Perdona que haya respondido en otro comentario. Aprovecho para preguntarte si crees que está muy extendido lo de amañar los tribunales o es también una percepción mía que es injusta con la práctica habitual de nuestras universidades. Y aunque se dé debamos de callarnos para no dar carnaza. De ello me ocupo en otro artículo de este mismo blog. Saludos.

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    2. No lo sé. Las malas prácticas son una realidad sonora. También lo son las prácticas honestas, que son más sordas. Parece que ambas coexisten. Más allá no sabemos nada, porque según nuestras interpretaciones y sentimientos tendemos a generalizar y con ello a distorsionar unas u otras y desde ellas a la globalidad. Un problema como este se presta a una investigación científica, por ejemplo a un I+D que se pregunte y que tome como referencia la percepción mayoritaria de la realidad por parte del pdi. En un segundo momento se podría profundizar en la comprensión de esa realidad. Quizá además se puedan proponer alternativas fundadas, bien adoptadas de lo que se hace en otros entornos o bien creativas.

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    3. ¿No se han convocado plazas en tu departamento? ¿No has estado en tribunales? No hace falta hacer ningún i+d y gastar dinero público para saber que es algo muy muy generalizado esas malas prácticas, contando con gran impunidad.

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  14. Si te das cuenta, hago una pregunta (el título se relativiza con ello) y respondo con lo que he visto en 5 departamentos diferentes por los que he pasado, habiendo sido también director de departamento (le dedicaré un capítulo de Chanchullos University). Disiento. Quien da carnaza no es quien denuncia irregularidades para que dejen de existir, sino quien las comente y prefiere que no se comenten porque supondría dar carnaza. La mejor manera de defender lo público, y por ello trabajo, es exigiendo que se acabe con la corrupción.

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    1. ¿A qué? Si es a la gestión del dinero de los departamentos, que sea, sobre todo, de forma colectiva, consensuando, pues de esa forma, aparte de racionalizar el gasto (comprar un solo aparato en lugar de un montón para la misma finalidad y de poco uso) se controlaría al ser público y poderlo saber todos. Si se trata de lo de los perfiles y el nombrar a dedo a los miembros del tribunal, simplemente lo que pido en mi departamento, que sean los nombres de las áreas de conocimiento (genéricos) y que se elijan por sorteo.

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  16. Pues en mi departamento no se gasta así el presupuesto. La mayor parte es para gastos comunes y es gestionada por el equipo directivo y controlada por todo el consejo de departamento. Y ahora tenemos también una supervisión del órgano superior de gasto de la universidad. Universidad de Murcia.

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    1. Pues en la misma Universidad de Murcia, en otro departamento (el mío), ocurre exactamente lo que se indica en el artículo. A veces incluso peor ya que se realizan consejos fantasmas, se modifican actas,etc. para estos "trámites".
      Las Áreas de Conocimiento se han convertido en feudos, sin estructura legal, a las que se recurre cuando se quiere ocultar algo ( ¿existen las actas de área?). De hecho, en el Ministerio del ramo YA NO EXISTEN, han sido las universidades las que se empeñan en mantenerlas.

      "En todos sitios cuecen habas... y en Murcia ¡MICHIRONES ! "

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