Daniel Vidal
Periodista
La intervención de David Trueba en la gala de los Goya ha dado mucho juego a los periodistas y articulistas, principalmente a los almerienses, por ser éste el punto de referencia de su galardonada película, 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. Reproducimos a continuación el artículo de Daniel Vidal publicado en el diario Hoy de Extremadura.
David
Trueba subió al escenario para recoger el Goya al mejor guión original por
'Vivir es fácil con los ojos cerrados'. El director empezaba a saber ganar.
Ajustó el micrófono y se dispuso a consumir su reglamentario minuto y pico de
agradecimientos. En realidad fueron casi cuatro, pero Trueba no aburrió a
nadie: «Este país es estupendo [...]. Los guionistas tenemos que seguir
escuchando a la gente. Un día, rodando esta película en Almería, estábamos en
una gasolinera perdida y había un señor mayor que nos echaba la gasolina
mientras escuchábamos en la radio estos escándalos financieros, de corrupción,
etcétera. Entonces, el hombre me dijo: '¿Usted se ha dado cuenta de que somos
el país más rico del mundo? Fíjese. Llevan 400 años robando y todavía no se ha
acabado'».
Las
carcajadas en que estalló el auditorio del Centro de Congresos Príncipe Felipe
de Madrid casi llegan hasta Sorbas, el pequeño pueblo almeriense de 3.000
habitantes donde Trueba repostó aquel día. El mismo donde nació José Requena,
el 'señor mayor' que le puso gasolina y que le contó alguna de las verdades del
barquero. En este caso, las del gasolinero. Aunque José no supiera a quién le
cobraba el 'lleno' ni se enterara de la mención del director ante millones de
espectadores. No vio la gala. «¿Trueba? Pero... ¿el bizco? Ahhh, el hermano. Ni
idea... ¡Cómo iba a saber si era este o el de la moto!», se excusa.
'El
siete' -su apodo en Sorbas desde que naciera sietemesino- mide poco más de
metro sesenta, tiene 61 años y lleva 36 echando 'sopa'. La gasolinera del bar
San Javier, la suya, es la única en casi 40 kilómetros a la
redonda, en plena nacional 340. Y eso da para muchos guiones, aunque él solo
haya sido extra en una peli de la que no recuerda ni el nombre. «Mi compañero
es más tímido, pero yo soy más sociable». Todo el pueblo sabe de su pico de
oro. Incluidos los muchos famosos que veranean por los parajes de los
alrededores y a los que sí conoce: «Miguel Ríos, Rosendo, Mike Tyson, que tiene
una casa en Mojácar... y Zidane, que la mujer es de Chive, de aquí al lado». Al
exfutbolista le canta las cuarenta del balón: «Solo chapurrea el español y gana
mucho dinero para lo que hace. Venga fútbol y venga millones. Está la gente
loca 'perdía'. No procede», remata con una de sus coletillas más recurrentes.
-¿Pero
se lo dice así, tal cual?
-¿Y
cómo quiere que se lo diga? Se ríe conmigo. No se esconde. Además, le pongo 55
euros y me da 60. Luego se va en su Jaguar.
-¿Cuánto
famoso, no?
-Sí,
aquí tenían que hacer un aeropuerto, como en Castellón.
'El
siete' se ríe. Y saca risas. Se parte el lomo de sol a sol desde los 13 años.
Antes, «arrumando la tierra». Después, con la gasolinera y tratando con el
ganado que cría en su cortijito de Sorbas. «Pollos, gallinas... También tengo
un cerdo. Véngase a comer, hombre. Hago una salsa que ni Chicote. Tengo que
buscarme la vida y sobrevivir. ¡Si tuviera que mantener mujer y dos hijos -uno
de ellos en el paro- con el sueldo de la gasolinera, me moría!». Nadie le ha
regalado nada. Por eso, quizá, está «hasta los huevos de mangantes» en las
administraciones públicas. «Yo no he visto esto nunca. Se lo están llevando a
manos llenas. ¡No procede!».
Con
retranca
En
su personalísimo repaso a la actualidad, cargado de retranca y sarcasmo, José
Requena se ceba primero con la maltrecha imagen de la Casa Real. «¿Y la Infanta de naranja y la
infanta de limón? ¿Y el marido? El duque de Palma que pone la palma...». 'El
siete' continúa atizando. No se cree la recuperación económica que atisba a lo
lejos el Gobierno de Rajoy, a quien llama 'Mariano-nano-nano'. «Por los
recortes. ¿Cómo vamos a salir de la crisis con esta gente? Si dice que ve la
luz al final del túnel será porque se ha pegado un castañazo en la cabeza». El
problema, ilustra esta suerte de inabarcable pancarta humana, «es que todos
estos se jubilarán y dejarán a sus hijos y a sus nietos. Estos son como Juan
Palomo. No procede, hombre. ¡Hasta que se harte el populacho, que es el
verdadero tesoro de este país!». Un piropo que recuerda al de Trueba. «Hace
falta alguien que venga a limpiar la era. Alfonso XIII ya tuvo que irse a
Francia», advierte socarrón.
En
la cuestión catalana no entra a fondo. Pero define a los «catalinos» como
«limpialacenas»: esos parientes lejanos que llegan a Sorbas en verano «y vacían
las despensas. Primo, que si dame esa morcillita; primo, que si el tocinito...
Son muy listos».
No
tiene correo electrónico ni maneja redes sociales como el «'fisbu'», pero la
radio, la misma que escuchó junto a Trueba, le mantiene puntualmente informado.
«Que no vengan a decirme que me baje el sueldo. Los políticos no sirven ni para
estar escondidos. Se caen de un taburete y no encuentran ni el suelo. Ahora...,
Bárcenas y estos roban muy bien. No hay pan para tanto chorizo».
Todo
tiene un límite, eso sí: «Yo es que con estas conversaciones me cabreo rápido.
Si quiere hablamos de mujeres. De eso se puede hablar todo el día». Antes de
despedirse, un consejo: «No se junte con políticos, que todo se pega menos la
hermosura. ¡No procede!».
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