Gádor y el ciego que no quiere ver

Lourdes Ramos
Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Gádor

Dice el refranero popular que no hay mayor ciego que el que no quiere ver. Este dicho bien podría aplicársele a aquellas personas que, negando la evidencia, sólo ven lo que quieren, o lo que es aún peor, sólo lo que les interesa ver. Estos días los gadorenses recibíamos una de esas buenas noticias económicas que tanto escasean en estos tiempos de dificultad, en los que las maltrechas arcas municipales no están para muchas alegrías. El Ayuntamiento de Gádor cerraba con superávit el ejercicio presupuestario 2013 y anunciábamos la buena noticia a todos los gadorenses informándoles de que el remanente de tesorería se va a destinar a acometer inversiones que continúen generando empleo y riqueza en nuestro municipio. 

Juan Antonio Almansa
Estos datos económicos no hacen sino poner de relieve que el actual equipo de gobierno del Partido Popular ha hecho bien sus deberes, aunque a algunos líderes socialistas locales les pese. Nos vienen a decir también que se ha gestionado desde la responsabilidad, con honradez, sin despilfarro, pensando en el interés general de los ciudadanos y no en el particular como otros están acostumbrados a hacer. 

Sin embargo, desde las filas del Partido Socialista les ha faltado tiempo para saltar a la palestra para denostar esta buena gestión municipal, y su portavoz, el Sr. Juan Antonio Almansa, que a tantos disparates nos tiene ya acostumbrados, nos ha venido a decir sin reparo y en tono salomónico que llegamos tarde y que la creación de empleo debería haber sido nuestra prioridad. No contento con ello, se ha afanado sin éxito en sembrar dudas e incertidumbres en un claro intento de restar crédito al compromiso inquebrantable que los populares tenemos adquirido con nuestros vecinos y que no es otro que el de trabajar al servicio de todos los gadorenses. 

Pues mire usted, Sr. Almansa, no sé sinceramente si llegamos tarde o no, lo que no me cabe la menor duda es que "nunca es tarde si la dicha es buena" y que, en todo caso, "más vale tarde que nunca". Lo que sí lamento profundamente es que el Sr. Almansa, eterno aspirante a regir los destinos de esta Villa, sea la única persona que no se alegra de que su Ayuntamiento tenga superávit. Quizá sería partidario de que estuviéramos endeudados, de que las cosas fueran peor. Pero, mire usted, este no es el caso. El Ayuntamiento de Gádor es un Ayuntamiento solvente, que no tiene deudas con sus proveedores, que no tiene préstamos a corto plazo y que, además de tener superávit, ha logrado la cuadratura del círculo, reduciendo su deuda a largo plazo en cerca de un 20 por ciento durante este ejercicio. 

Mientras tanto el Sr. Almansa, partidario seguramente de las políticas económicas socialistas del Sr. Zapatero, que tanto paro y miseria nos ha traído a todos los españoles, pone en duda nuestra gestión y se afana en darnos clases de macroeconomía a quienes desde el esfuerzo y el sacrificio estamos llevando el timón de la barca sin ayuda y trabajando para sacar a este país de la ruina en la que nos han dejado las políticas socialistas que él representa. 

Si de verdad quiere luchar por los gadorenses que más lo necesitan no estaría de más que el Sr. Almansa reclamara con el mismo ahínco el dinero que nos debe la Junta de Andalucía y que pidiera a sus compañeros de Sevilla que paguen puntualmente los 220.000 euros de la Ley de la Dependencia o los 22.000 euros para hacer frente a las nóminas de diciembre y enero de los trabajadores de la guardería infantil. Pero parece como si al líder de los socialistas gadorenses estas cosas no le preocuparan.

Parece, insisto, que no se alegrara de que haya superávit en el Ayuntamiento, de que las cosas marchen razonablemente bien a pesar de las dificultades. Y mientras la oposición patalea, toman rabietas, se oponen por sistema a todo lo que hace este equipo de gobierno y el Sr. Juan Antonio Almansa regala los oídos diciendo aquello que interesa escuchar en cada momento, desde este equipo de gobierno del Partido Popular seguimos con paso firme e inquebrantable mirando hacia el futuro, trabajando con seriedad, con rigor y sin descanso por todos los gadorenses. 

Qué fácil es predicar sin dar trigo, Sr. Almansa. Lo realmente difícil es predicar con el ejemplo, pero lamentablemente este no es el caso. Por eso le digo desde el respeto y parafraseando el refrán con el que comencé, que cambie su actitud, porque "no hay mayor ciego que el que no quiere ver".

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