Eva de la Torre
Periodista / La Voz de Almería
Los 23 municipios del Levante y el Almanzora tienen que decidir si aprueban o
no los cambios decididos por la Diputación Provincial sobre los estatutos de la
empresa pública de Gestión del Agua del Levante Almeriense (Galasa), que presta
servicios a 26 pueblos, de los que esos 23 son accionistas y el resto tienen
convenios firmados con la empresa.
Oficinas de Galasa en Vera |
Y la decisión no parece que sea fácil de tomar para los 15 ayuntamientos
gobernados por el Partido Popular. Sus alcaldes se encuentran ante la disyuntiva
de seguir las directivas marcadas por su partido desde la Diputación o llevar
al pleno municipal una propuesta guiándose estrictamente por los intereses de su
municipio y que, dependiendo de cada caso, puede ser de apoyo o de rechazo a los
nuevos estatutos.
La empresa, de la que la Institución provincial tiene el 51% de las acciones,
arrastra una deuda de más de 20 millones de euros, una de las causas que, según
los responsables provinciales, hace necesario este cambio de estatutos.
Junto a la necesidad de reducir esa deuda de forma que la empresa continúe
siendo viable, la Diputación insiste también en que hay que buscar un equilibrio
entre lo que pagan todos los pueblos a los que Galasa da servicio. Y esta
cuestión es una de las que más dudas plantean a muchos alcaldes, ya que no está
nada claro cómo va a quedar el recibo del agua que acabarán pagando los
vecinos.
Es posible que, en algunos casos, este equilibrio que persigue Diputación
suponga una rebaja en el coste, pero, en otros, la mayoría según insiste desde
el pasado verano el Partido Socialista, les supondrá pagar más. Además, los
socialistas critican la pérdida de capacidad de decisión por parte de los
ayuntamientos sobre temas tan sensibles como las tarifas del agua o la cesión de
infraestructuras municipales a Galasa o el reparto entre todos de la deuda de la
empresa.
Según los planes iniciales, los ayuntamientos se tenían que haber pronunciado
sobre su apoyo o rechazo a las nuevas normas el 16 de febrero, sin embargo, solo
tres, Taberno, Pulpí y Vera, han llevado al asunto a su pleno, logrando el apoyo
de dos y el rechazo de Vera. Eso sí, el caso de éste es diferente, ya que la
gestión del agua la realiza Codeur, una empresa mixta con el 49% participación
municipal.
Elecciones
Otros, como los de Garrucha, Antas o Carboneras no se han decidido aún. Todos
coinciden en que los cambios no les gustan y temen que, cuando ya se vislumbran
las elecciones municipales de 2015, una decisión equivocada en un tema tan
sensible como el abastecimiento del agua pueda costarles la alcaldía.
Mientras, el PSOE desde su Secretaría de Política Municipal e Institucional,
con Adela Segura, a la cabeza, y el PP desde la propia Diputación, calientan el
ambiente con acusaciones mutuas. Segura reprocha al PP que los nuevos estatutos incluyen “condiciones
abusivas” y desde Diputación, unas veces Javier Aureliano García y otras Miguel
Ángel Castellón, se le piden explicaciones a los socialistas sobre cómo su
partido generó la deuda de Galasa cuando gobernaba en la Institución provincial. Los plazos corren, los alcaldes dudan y los partidos continúan
enfrentándose.
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