Javier
Adolfo Iglesias
Periodista
y autor de ‘Juan y John’
La noche del domingo la emoción saltó del televisor y la pantalla del ordenador a muchos almerienses que en los últimos años han conocido directa o indirectamente a Juan Carrión Gañán. La historia de este profesor de inglés, nacido en Madrid y afincado en Cartagena, ha sido la columna vertebral sobre la que David Trueba ha cosido un traje de cine luminoso, con solo algunos pequeños costurones irrelevantes.
En primer plano, Juan Carrión |
‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ ha enamorado a académicos del cine, al
público y ya con sus seis goyas hará lo mismo allá por donde vaya, sobre todo
en el extranjero. Pero esta historia, a menudo, no es fácil de entender.
¿Por qué un profesor de inglés busca a Lennon? ¿Qué significó esto, qué valor
tiene “esta anécdota” para que perviva hasta nuestros días? ¿Por qué una ciudad
como Almería debe sentirse orgullosa de aquel episodio? En esta segunda
vida comercial que tendrá la película rodada en nuestra provincia, los
periodistas del mundo tendrán una segunda oportunidad para no repetir que se
basa en un profesor real de Albacete; o que su protagonista era “un docente
obsesionado por los Beatles”; o un “símbolo contra la dictadura
franquista”.
Eso es la ficción, la del cine y la del periodista, y como en la muerte de Liberty Valance el protagonista real se agazapa tras la cara de Javier Cámara con toda la fuerza vital irrepetible de Juan Carrión.
La ceremonia de los Goya ayudó, con unos impagables y emocionantes primeros planos sobre su cara, su sonrisa franca y espontánea, a que asomara por fin por encima del personaje. Esa historia ocurrió de forma única e irrepetible en Almería, es una historia tan almeriense, como pueda serlo ‘Bodas de sangre’ o ‘Hasta que llegó su hora’. Por eso Juan adora Almería. Y siempre que es invitado viene a nuestra ciudad, de la que siente un vecino más. La historia de Juan Carrión es la de las transformaciones de quienes tienen el regalo de conocerlo de cerca. Como tantos y tantos alumnos repartidos por el mundo y que encontraron su vocación en el idioma gracias a Juan. Su ejemplo está en su integridad, entrega a los demás, honestidad en la enseñanza, sentido del humor, su genio e independencia y su dolor oculto. Y quien se acerca a su ejemplo cambia.
Yo mismo sufrí esta transformación y la explico en mi libro ‘Juan & John’ (Círculo Rojo). Cuando en 2005 conocí en persona a Juan Carrión, en su academia de Cartagena, y me enseñó los papeles que atestiguaban su irrepetible relación con Lennon en Almería, mi primera reacción fue la de un aficionado a los Beatles fascinado por el tesoro que encerraba. A él se añadió mi impulso casi rapaz de periodista y de autor de documentales. En poco tiempo, estas tres caretas me las quitó Juan y me dejó la cara, la de simple persona que busca personas. Como él. Comenzó así una irrefrenable admiración y la necesidad imperiosa de compartirla con el mundo.
Ver a Juan Carrión hoy día dar una clase de inglés a sus casi 90 años es como ponerse al filo de las cataratas del Niágara o tumbarse bajo una lluvia de hespérides en una noche despejada. He tenido la suerte de transmitir esta historia enLA VOZ
desde 2006, de compartir la figura de Juan con familia, amigos y cineastas.
Aquel viaje iniciático comenzó junto a mis compañeros de Lennon Almería Forever
en un curso de verano de la
UAL. Fue allí donde la figura de Juan comenzó a ser difundida
por España, hasta llegar a la emocionante noche del domingo, lleno de goyas
para ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’. A esa transformación seguro que se
ha sumado David Trueba. También debería hacerlo Almería, una ciudad a la
que ama Juan como un almeriense más.
De la realidad a la pantalla, las diferencias básicas entre Juan y Antonio
David Trueba nunca pretendió reflejar la realidad al detalle de la historia de Juan Carrión y Lennon en Almería. Hay importantes diferencias, que aquellos que no han visto aún la película deberían abstenerse de leer. La principal es el motivo de la visita. Juan viene a Almería a dar las gracias y a pedirle una solución a Lennon. No vino a hacerle reproche alguno.
Eso es la ficción, la del cine y la del periodista, y como en la muerte de Liberty Valance el protagonista real se agazapa tras la cara de Javier Cámara con toda la fuerza vital irrepetible de Juan Carrión.
La ceremonia de los Goya ayudó, con unos impagables y emocionantes primeros planos sobre su cara, su sonrisa franca y espontánea, a que asomara por fin por encima del personaje. Esa historia ocurrió de forma única e irrepetible en Almería, es una historia tan almeriense, como pueda serlo ‘Bodas de sangre’ o ‘Hasta que llegó su hora’. Por eso Juan adora Almería. Y siempre que es invitado viene a nuestra ciudad, de la que siente un vecino más. La historia de Juan Carrión es la de las transformaciones de quienes tienen el regalo de conocerlo de cerca. Como tantos y tantos alumnos repartidos por el mundo y que encontraron su vocación en el idioma gracias a Juan. Su ejemplo está en su integridad, entrega a los demás, honestidad en la enseñanza, sentido del humor, su genio e independencia y su dolor oculto. Y quien se acerca a su ejemplo cambia.
Yo mismo sufrí esta transformación y la explico en mi libro ‘Juan & John’ (Círculo Rojo). Cuando en 2005 conocí en persona a Juan Carrión, en su academia de Cartagena, y me enseñó los papeles que atestiguaban su irrepetible relación con Lennon en Almería, mi primera reacción fue la de un aficionado a los Beatles fascinado por el tesoro que encerraba. A él se añadió mi impulso casi rapaz de periodista y de autor de documentales. En poco tiempo, estas tres caretas me las quitó Juan y me dejó la cara, la de simple persona que busca personas. Como él. Comenzó así una irrefrenable admiración y la necesidad imperiosa de compartirla con el mundo.
Ver a Juan Carrión hoy día dar una clase de inglés a sus casi 90 años es como ponerse al filo de las cataratas del Niágara o tumbarse bajo una lluvia de hespérides en una noche despejada. He tenido la suerte de transmitir esta historia en
De la realidad a la pantalla, las diferencias básicas entre Juan y Antonio
David Trueba nunca pretendió reflejar la realidad al detalle de la historia de Juan Carrión y Lennon en Almería. Hay importantes diferencias, que aquellos que no han visto aún la película deberían abstenerse de leer. La principal es el motivo de la visita. Juan viene a Almería a dar las gracias y a pedirle una solución a Lennon. No vino a hacerle reproche alguno.
En la
película, el profesor Antonio no tiene reparos en su búsqueda, subiéndose en un
coche o colándose en un cine. Juan en realidad se apoyó en las personas, de una
y de otra, a través del uso del inglés. Fue una persona discreta y tenaz y ni
siquiera se presentó en el lugar de rodaje. Se limitó a esperar en el entorno
de Villagarcía a que lo llamaran a la cita. Aunque Juan es un fan de los
Beatles como el que más, nunca actuó así. Ni pidió autógrafos, ni se hizo
fotografías. No solo Lennon no le regaló nada valioso sino que ni siquiera Juan
se enteró de que ya estaba componiendo ‘Strawberry Fields’. Y cuando volvió a
Cartagena no temía a ningún jefe de estudio sino a su estricta conciencia del
deber hacia sus alumnos.
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