Pedro
M. de la Cruz
Director
de La Voz de
Almería
Sostenía
Herodoto que tu estado de ánimo es tu destino y hay situaciones que revelan el pulso
económico de un sector, detalles que plasman con la fidelidad de un fotograma ese
estado de ánimo que propicia el porvenir. Si el filósofo llevaba razón, el
ambiente que se respiraba el miércoles entre los más de 400 representantes del
sector agrícola que volaban en dos Boeing 737-800 desde el aeropuerto de Almería
a Berlín y las posteriores conversaciones que mantuvieron durante tres días en la Messe Alemana , donde
se celebra la feria agrícola más grande del mundo, inducen a prever que las vías
por las que circula el sector agrícola almeriense, tan importante y tan
decisivo para el PIB provincial, auguran una travesía esperanzadora.
Solo
hay que continuar la velocidad iniciada y aumentarla en aquellos aspectos en
los que habrá que fomentar la competitividad. Me lo dijo a pie de pista y en
medio del vendaval la consejera Elena Víboras. “El crecimiento de la agricultura
almeriense me impresiona cada día; lo que hay que hacer ahora es proporcionar
los cauces necesarios para fortalecer su presencia, su capacidad comercializadora
ante los clientes europeos”.
Los
200 millones que factura una gran cooperativa almeriense la sitúan en una
posición de inferioridad con los 600 que facturan algunas holandesas. La misma
consigna que la máxima representante de la Consejería , junto con
el secretario general Jerónimo Pérez Parra y el delegado Ortiz Bono, volvió a repetir
en una cena privada auspiciada por este periódico, entre los máximos
representantes de la Junta
de Andalucía y varios presidentes de las principales empresas comercializadoras
de la provincia. Fue una conversación distendida en la que las buenas
sensaciones volvieron a ponerse sobre la mesa.
Está
cambiando el tiempo pero ahora quien marca la climatología son los almerienses.
El viejo mantra de la competencia marroquí, o el temor permanente ante el desdén
del mercado europeo, ha dejado de
existir, o casi. Los agricultores almerienses saben que el futuro está en el
mercado europeo pero también en otros más lejanos. José María Andújar,
presidente de CASI, no se siente satisfecho por haber aumentado del 40 al 80 % el
nivel de las exportaciones de CASI en Europa, sino que busca ampliarlo en
mercados lejanos como los asiáticos.
Una
ampliación que debe ir acompañada, como sostienen el presidente y el gerente de
Vicasol, por innovar en la oferta de productos y en el embalaje y etiquetado.
Es preciso adaptarse a la demanda del consumidor, sostienen Juan Antonio González
y José Manuel Fernández. Una forma de apostar por el futuro que comparte Pedro Caparrós
cuando se muestra orgulloso de que Caparrós Nature haya puesto en el mercado un
tomate cherry en rama con 9 grados de azúcar, cuando ya con 7 el sabor es
excelente, o como la que comparte también Francisco Belmonte, de Biosabor, con
su gama de productos también excelentes.
Una
adaptación a las demandas de calidad del mercado y que debe ir acompañada por
una mayor integración entre las grandes comercializadoras, estrategia de la que
José Martínez Portero, de Única Group, hace estandarte. Como también lo hace de
alcanzar un mayor protagonismo del sector en aquellas instituciones públicas
relacionadas con el desarrollo socioeconómico de la provincia.
En
cualquier caso la Messe
a veces te descubre aspectos que, por cotidianos, pasan desapercibidos. Es lo
que me sucedió en una conversación con Juan Cano. Este empresario del
transporte, que comenzó siendo chófer por cuenta ajena en los noventa, tiene
hoy en un mapa que preside su despacho en Antas más de 250 camiones de su propiedad,
que en unos meses serán 300 y que recorren cada día las rutas europeas cargados
de productos almerienses y la responsabilidad también sobre los más de 500
trabajadores que configuran su empresa.
El éxito
espectacular de Transportes J. Cano está en la visión modernizadoramente competitiva
que este empresario antuso tuvo de su sector. Copió sin saberlo la filosofía que
revolucionó la logística del Postal Service americano. Allí otros empresarios
se dieron cuenta de que para competir con el sistema de comunicaciones oficial,
su única arma era la de la anticipación en la entrega.
Esa
es la filosofía de Juan Cano. Estableciendo un transporte por relevos hace que
el cumplimiento de la normativa horaria para el transporte por carretera no
obligue a retrasar la llegada a los productos a su destino. La mecánica es fácil
-señala Cano-: Cuando el conductor cumple su horario ya hay otro preparado que
lo releva cambiando así la cabeza tractora y quien la dirige, pero no el
contenedor que transporta la mercancía. Todo es cuestión de lógica; o, como
sostiene Cano, de sentido común. “El éxito de un trabajo, dice, está en aplicar
un 20 % de conocimientos y un 80 % de sentido común”.
Este
mismo sentido común que él reclama, para que se valoren en su justa medida la
importancia que el sector del transporte tiene en la provincia y se aleje la
tentación permanente de buscar otras vías menos competitivas para transportar
los productos agrícolas. La obsesión por el transporte marítimo, sostiene, cae
por el dato irrebatible de que sus camiones tardan 30 horas en llevar un
producto de Almería a cualquier capital del centro de Europa y este mismo producto
tardaría alrededor de 7 días en llegar en barco. No perdamos el tiempo en
esfuerzos estériles.
Un
esfuerzo que no ha sido en vano en Berlín. Es cierto que la presencia
expositora ha sido inferior a otros años pero la logística personal -más de 400
agentes haciendo negocios o fidelizando clientes- han convertido a Almería en la
representación más poderosa.
Un
poder que habrá que ir aumentando con inteligencia, con trabajo y con
equilibrio. Con ese estado de ánimo se alcanzará el destino que todos deseamos
para el principal sector de la economía provincial.
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