Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
Dirá
usted, lector, que, con-la-que-está-cayendo (odio estas cinco palabras juntas,
pero no me puedo desprender de ellas), no se explica cómo un columnista puede
perder el tiempo en estas tonterías. Pero no lo son. Hablo de David Bisbal. Y eso merece un respeto.
Nos tiene preocupados el muchacho. No por su carrera artística, que es
brillante y meteórica, sino por su faceta amorosa.
María Valverde y David Bisbal |
Cuenta la prensa rosa que el
padre de Ella va dejando
tras sí un reguero de novias decepcionadas. La primera, de la tierra, se la
echó cuando era un imberbe: Raquel
Segovia, compañera suya en la orquesta Expresiones.
Tras ella vinieron Chenoa, Elena Tablada –que le dio a su
hija-, la modelo sevillana Raquel
Jiménez –la preferida de la familia-, la exuberante
puertorriqueña Zuleyka Rivera,
otra vez Raquel Jiménez y,
últimamente, la argentina Marily
Bianchi. Mal gusto no tiene. Con ninguna.
Pero,
ahora, David Bisbal ha
dado un paso más. Y muy peligroso, en opinión de Mario Casas. Se queja el galante actor de La Mula
y Grupo 7 que el almeriense le quiere
arrebatar a su novia, María
Valverde, con la que ha rodado el videoclip de Diez mil maneras. "Vaya tela con el David éste, no le deja de tirar los tejos a María, y eso que aún
es mi novia...", ha dicho Mario
Casas, según revela el paparazzi Enric
Bayón en su columna semanal en la revista Cuore.
Mario Casas anda estos días por
Chile rodando junto a Antonio
Banderas. Ya ha advertido que, cuando vuelva a España, tiene que aclarar
algunos asuntillos con alguno y con alguna. Lío a la vista tenemos. Y
con-la-que-está-cayendo.
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