José Antonio Martínez Soler
Exdirector de '20 minutos'
José Antonio Martínez Soler, periodista de mil y una batallas, almeriense y cabogatero, ha puesto fin a su etapa en el diario gratuito 20 minutos, que fundó, dirigió y del que ha sido consejero hasta el pasado día 13. En su despedida, sus compañeros le regalaron la recreación de una portada de una edición de Almería del periódico. Publicamos a continuación las palabras de despedida de JAMS:
Portada almeriense de '20 minutos' |
Queridos
presidente y consejeros: Estas
serán mis últimas palabras en el Consejo de Administración del Grupo 20 minutos
España, editor del primer diario español (en papel y web) “que no se vende”.
Con
emoción, agradezco a todos vosotros y a los colegas del Grupo 20 minutos y del
Schibsted Media Group el apoyo y el afecto recibidos durante los últimos 14
años. En este momento de despedida y para que conste en acta, me gustaría
recordar algunas palabras sobre las razones por las que vendimos nuestra
compañía a los noruegos que ya dije hace algunos años en Oslo, en
representación de los empleados no escandinavos de Schibsted en el funeral de
Tinius.
La
primera vez que oí el nombre de Schibsted fue en la primavera de 2001 en
Madrid. Fue durante el “road show” para vender nuestra compañía Multiprensa y
Mas S.L. (editora de 20 minutos en España), fundada 2 años antes en el sótano
de nuestra casa con mi esposa, Ana Westley. Noruegos, suecos e italianos fueron
los finalistas y la oferta de los suecos fue, por una pequeña diferencia, la
más alta en términos monetarios. No puedo negar la influencia de mi suegra (100% noruega) en la decisión de
vender nuestra compañía a Schibsted. Ella me dijo:
-“Jose,
olvídate de los italianos y ¡ni se te ocurra venderla a los suecos! ¡Uff Da!”
Arsenio
y yo le dijimos a nuestro jefe, Julio Ortega Zurdo, y a nuestro Consejo que
vendiéramos nuestra compañía a los noruegos por dos razones importantes: Primera: habíamos analizado el modelo noruego en Zurich y era tan local como el
nuestro mientras que el Metro sueco era mas global. Segunda (y no la menos importante): Schibsted nos garantizaba libertad de
expresión, independencia editorial, credibilidad y calidad -¡y todo ello por
escrito! Lo hicieron a través de una fundación que llaman Tinius Trust.
-“No
se diga más”, pensamos los dos inmediatamente.
Y aquí estamos, 13 años más tarde. Basamos nuestra decisión en la garantía de libertad de prensa del Tinius Trust. Esta libertad es una planta tan maravillosa –aunque frágil y delicada. Como podéis imaginar, durante siglos, esta plantita fue tan extranjera y exótica que apenas podía echar raíces ni prosperar en España. Y ahora, Schibsted está cultivando y defendiendo esta admirable planta en 25 países con diferentes lenguas– y está prosperando.
He
sido periodista durante la dictadura de Franco y en democracia, fundando
periódicos y empresas, y puedo confirmaros verdaderamente lo que vale la
libertad de expresión. La libertad, como el oxígeno, es más valorada cuando nos
falta. He sufrido la falta de libertad durante demasiados años de mi vida y he
luchado, y lucho aún por ella, tal como Schibsted nos ha enseñado mediante el
Tinius Trust.
Han
pasado casi 13 años desde que vendimos nuestra compañía y gracias al espíritu y
la letra del Tinius Trust, bajo la dirección y el apoyo de de Ole Jacob Sunde,
Kjell Aamot an Rolf Erik Ryssdal y de mis jefes directos Biger Magnus, Sverre
Munk y Bernt Olufsen, el milagro de “asegurar la libertad y la independencia”
en 20 minutos España fue, desde luego, posible. Y
hemos cumplido, lo mejor que hemos podido, los tres pilares fundamentales que
aprendimos de Schibsted:
-(1) Pasarlo bien, (2) ganar dinero y (3) con integridad.
Por
esta razón, y con gran orgullo y gratitud, quiero decir, en este momento tan
emotivo de mi despedida como miembro de Consejo de Administración, que en toda
mi carrera profesional (en más de 20 compañías) nunca disfruté de tanta
libertad, independencia y confianza como en 20 minutos España.
Me
gustaría citar la frase de Don Quijote que mi padre me recitaba cuando era
niño:
-“La
libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron
los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni
aquellos que la mar encubre: por ella, uno puede, y debe, aventurar la vida”.
Gracias
a todos vosotros, en Schibsted, por cultivar y defender vuestra libertad y la
nuestra porque eso marca una diferencia con otras empresas periodísticas y deja
una huella importante en los países donde está Schibsted. Para
mi, éste es un momento cargado de emoción y mezclado, al mismo tiempo, con
tristeza y felicidad.
Triste,
porque la decisión que he tomado de acuerdo con mi presidente, Bernt Olufsen,
me aleja físicamente de vosotros y de estas reuniones del Consejo, tan
enriquecedoras, y pone fin a una larga e importante etapa profesional. Hemos
tenido épocas brillantes y, sí, tiempos de oscuridad que han sido muy duros y
que nos han exigido sacrificios para salir de la crisis y salvar nuestro
proyecto. Después
de varios años de vacas gordas y otros de vacas flacas, dejo hoy 20 minutos e
inicio, con una mezcla de miedo y atracción, una nueva etapa de mi vida: la
jubilación.
Pido
disculpas por los errores que haya podido cometer como Director General y como
Consejero. Y aplaudo y agradezco la dedicación, el esfuerzo y el entusiasmo que
mis colegas de 20 minutos han demostrado sacando a este braco de las piedras y
poniéndolo a flote. Ellos han vencido a los competidores. De los cuatro diarios
gratuitos somos el único superviviente. Me alegra ver que este año vamos
cumpliendo el presupuesto. Confío en que muy pronto recuperemos nuestro
liderazgo en toda la prensa española. Y el break even!
Felicito
a todos los empleados de 20 minutos que han hecho esto posible. Ya vemos la luz
al final del túnel. Y os aseguro que, con este equipo excepcional, lo mejor
está por llegar. Sabéis que podéis contar siempre conmigo. Y recordad nuestro lema: “Pasarlo
bien, ganar dinero y con integridad”. Muchas gracias.
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