Juan
Torrijos
Periodista
El
rejón del Ayuntamiento de Vera sobre el lomo de Galasa viene a demostrar que
algo no se está haciendo todo lo bien que se debiera. El que el pleno de Vera vote
por unanimidad no aceptar los nuevos estatutos de la empresa del agua
provincial es un varapalo no sólo para Galasa, lo es también para la política
que se ha venido desarrollando con ella y desde ella.
Lo
de Vera debe llevar al presidente Amat a analizar de nuevo lo que quiere hacer
con Galasa en el futuro. De ser la corona de Diputación, parece pasar a ser “la
pupas” de la actual y con una deuda cada día más compleja de cubrir y de
cumplir. Deuda que la puede llevar a una situación sin una salida clara.
Vera
quiere ser dueña y señora de sus servicios y defiende sus prerrogativas. Vera lo
primero, dice su corporación, y parece de lógica que esto sea así. Se nos podrá
decir desde la calle Navarro Rodrigo que hay muchas formas de estar por parte
de los Ayuntamientos en Galasa, y que la negativa de Vera no supone cambio
alguno en su participación o colaboración entre empresa de agua y ayuntamiento.
Bien.
Si la oferta que hace Diputación con los nuevos estatutos fuera en beneficio de
los ciudadanos de todos y cada uno de los pueblos que reciben el agua de
Galasa, ¿creen ustedes que los Ayuntamientos votarían en contra? No veo a Vera
oponiéndose a un beneficio para sus vecinos. Si se oponen, como lo han hecho,
deberá ser porque hay algo en esos estatutos que no les beneficia.
El
primero en poner en solfa los estatutos fue el Ayuntamiento de Albox. Se podía
pensar que era una estrategia del Psoe, lo mismo que las críticas que desde este
partido salían, pero Vera viene a poner la balanza en su término más justo: Los
estatutos de Galasa no satisfacen todas las necesidades de los Ayuntamientos,
por lo que deberían ser, señor Amat, pasados de nuevo por el arco de todos los
intereses.
Galasa
ha sido y es muy importante para el ciclo del agua en muchos pueblos de la
provincia y no se puede poner, no se debe poner en peligro por parte de nadie.
Sería lamentable que Galasa se le pudiera desmoronar a Gabriel Amat, y camino
lleva si no se le pone remedio.
Si
la medida de Vera la toman otros Ayuntamientos a ver qué futuro le buscan en Diputación
a Galasa y a su deuda.
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