A relaxing cup of café con leche

Antonio Quesada

@AntonioFQuesada

¿Me juego el título de ‘antialmeriense’ si me pregunto qué hacían tres insignes personajes de nuestra provincia en la presentación del nuevo disco de Bisbal en Madrid? Pues igual sí. Con ese peso sobre mis espaldas, convendrán conmigo en que si la excusa era apoyar al artista almeriense, el pretexto no se sostiene. A estas alturas, nuestro cantante más internacional no necesita que ningún político local se pegue ese viaje. ¿Con el dinero de todos los contribuyentes?

 

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, alcalde de Almería; Gabriel Amat,
presidente de la Diputación, y Javier Aureliano García,
vicepresidente, con Bisbal, anteayer en Madrid

Una imagen vale más que mil palabras. Eso debieron de pensar los cargos públicos del PP que se subieron al ‘fotocall’ de Bisbal para traerse hasta Almería una instantánea que enjugara tantos sinsabores recogidos en sus visitas ministeriales a la capital de España. Una mancha de mora, con otra se quita. Dicho y hecho; unas portadas y a otra cosa. Qué tanto AVE, ni tanto AVE…

En todo caso, que no nos confunda la realidad como a Dinio la noche. Llegar a estos extremos solo se entiende desde el ataque de nervios al que deben de estar sometidos los dirigentes ‘populares’, que no terminan de dar pie con bola con tantos frentes como tienen abiertos sin solución de continuidad.

Me queda la duda de si se atrevieron, aprovechando el desplazamiento a Madrid, a saborear ‘a relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor’ con la alcaldesa Ana Botella, después de ese espléndido día de trabajo en beneficio de los intereses de la provincia y de todos los almerienses que, ahora, ya están más tranquilos.

Fiarlo todo a una fotografía tiene eso, que la gente ande preguntándose si los que representan a las instituciones deben de andar en estas cosas con la que les está cayendo a los ciudadanos. No habrá tareas en las que emplearse o esfuerzos a los que dedicar toda la atención en lugar de asistir a estos saraos tan variopintos.

En fin, como dice una amiga cuando lee este tipo de cosas que hace nuestro desocupado alcalde: señor, señor…llévame pronto.