Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
Manuel Pizarro afirma en este libro de José Ramón Sáiz que Suárez visitó a la familia de Javier Verdejo, algo que no está contrastado. |
Suárez llegó a Almería el 13 de
agosto de 1976 a
mediodía. En la noche del 13 al 14 se paseaba por las calles del Cabo de Gata
tras asistir a la coronación de su hija Mariam
Suárez Illana como Reina de las Fiestas. Fue en esos instantes cuando el
militante de la JGRE
cayó abatido a balazos. Es inimaginable pensar que el gobernador civil, Rodolfo García Calvo, no le informara
de inmediato.
Suárez
regresó a Madrid el 18 de agosto. Antes, según la prensa, dio el pésame ‘personalmente’
a Guillermo Verdejo Vivas, padre del
fallecido y hombre adicto al régimen franquista, ya que había sido alcalde de Almería
entre 1965 y 1969, además de procurador en Cortes. Dos dudas planean en el aire.
Una: ¿’Personalmente’ quiere decir ‘físicamente’, es decir, Suárez visitó a la
familia Verdejo a mostrarle sus condolencias? Manuel Pizarro, en el prólogo del libro Adolfo
Suárez: la memoria del silencio, de José
Ramón Sáiz, no tiene duda: “De
vacaciones en Almería”, escribe el expresidente de Endesa, “Suárez visita a los
padres del joven muerto cuando realizaba una pintada”.
Y la otra: ¿Pidió Suárez
a Guillermo Verdejo que no emprendiera acción judicial alguna? Por increíble
que parezca, los Verdejo nunca denunciaron la muerte del joven estudiante, algo
que se ha considerado un obstáculo para saber de verdad de lo que pasó aquella aciaga
noche del 13 al 14 de agosto de 1976 en las inmediaciones de la playa de San
Miguel, de El Zapillo.
Nunca está de más preguntarse cosas sobre un personaje aparte de loas indiscriminadas.
ResponderEliminar