La medalla de la vergüenza

Tomás Elorrieta Jove
Secretario General del PSOE de El Ejido

No salgo de mi asombro ante la noticia de la concesión, por parte del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y presunto candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, de la Gran Cruz del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentario a Aziz Akhannouch, ministro de Agricultura y Pesca de Marruecos, el país que se ha convertido en el principal competidor de nuestro campo, y que se caracteriza por incumplir siempre que puede los acuerdos comerciales entre la Unión Europea y el reino alauí.

Aziz Akhannouch
Los reiterados incumplimientos por parte de Marruecos de los pactos en materia agrícola perjudican gravemente y campaña tras campaña al principal soporte económico de nuestro municipio, y por extensión, de toda la provincia de Almería. Y el ministro de Agricultura y Pesca marroquí, Aziz Akhannouch, es el principal responsable de esa política comercial desleal con nuestro campo.

La concesión de este reconocimiento deja bien a las claras que no parece que al señor Arias Cañete le importemos demasiado ni nuestro pueblo ni nuestra provincia. Y es que da la sensación de que en sus visitas a nuestro municipio, en las que ha gozado de la compañía de un sonriente alcalde de El Ejido, de un no menos sonriente presidente de la Diputación, junto a otros también sonrientes gerifaltes provinciales del PP, no se ha percatado de la importancia de nuestra agricultura para la economía española.

Más bien evidencia que su estancia en nuestro pueblo solo ha servido para reírse de todos nosotros, además de para hacerse las correspondientes fotos, que le quedarán muy bonitas en su campaña para las elecciones europeas si acaba siendo el candidato de su partido para esos comicios.

El desprecio de Arias Cañete por nuestro pueblo ya se puso de manifiesto cuando llamó alarmistas a nuestros agricultores en el momento en el que firmó un acuerdo comercial con Marruecos a sabiendas de que iba a ser perjudicial para los intereses de El Ejido, en particular, y de Almería, en general. Ahora, ha dado una nueva vuelta de tuerca en su desprecio por nuestra agricultura al conceder una distinción del más alto nivel a quien más daño nos hace.

Resulta evidente que al PP solo le interesa nuestro pueblo cuando se aproxima una cita con las urnas. Porque, mucho alardear de la importancia que tenemos para ellos de cara a la galería, pero cuando llega la hora de demostrarlo, no solo no recibimos la colaboración que necesitamos, como ocurre con el túnel de desagüe de la Balsa del Sapo, que ya veremos si algún día se convierte en realidad, sino que nos encontramos con afrentas como la concesión de una vergonzante medalla a nuestro principal competidor.

Es bochornoso que el Gobierno de España, mediante el voto de todos los integrantes, haya sido capaz de conceder este reconocimiento que en El Ejido no puede producir más que vergüenza, y que se haya pasado por el arco del triunfo el trabajo de miles de ejidenses, que son los verdaderos merecedores, no de una, sino de mil condecoraciones por el esfuerzo y la abnegación que han demostrado durante generaciones.

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