La playa de El Algarrobico

Carlos Rosado Cobian

Presidente de Spain Film Commission

Puede que no les suene quien es Gil Parrondo. Pero tiene en su casa dos Oscars y cuatro Goyas como director artístico. Y su nombre aparece en dos películas de David Lean: Doctor Zhivago y Lawrence de Arabia, entre otras películas míticas de la historia del cine. El Festival de Cine Español de Málaga le rinde ahora un debido homenaje a su brillantísima carrera. Este genial director de arte con 93 años es una memoria viva del cine. Construyó los decorados de la película Lawrence de Arabia. Y a su diseño artístico se debe el que recrea la ciudad de Áqaba. Las escenas del ataque de las tropas árabes y la entrada en la ciudad llevan la firma, entre otras, de Gil Parrondo.

 

Fuente: Amigos de la Alcazaba

Resulta una paradoja del destino que en estos mismos días se ensombrezca el final del hotel construido en la playa del Algarrobico en donde se rodó la película. La escena de Peter O’Toole a la grupa de su camello con Omar Shariff paseando por la playa ya no se podría rodar. La playa virgen y solitaria tiene un hotel sin terminar a pocos metros de la línea de costa. Para su construcción, al final de la rambla en que se rodó la toma de Áqaba, se socavó un montículo destrozando un paraje inigualable.

No sé muy bien cómo se llegó a ese punto. Un alcalde preocupado por obtener ingresos para su municipio a cualquier precio. Una administración poco vigilante. Unos intereses sin ápice alguno de respeto a la naturaleza y a la belleza del lugar. Todo eso llevó a plantar las grúas, a las demoliciones y al levantamiento de un hotel, parado tardíamente cuando el daño estaba hecho.

Dice la Junta de Andalucía que el único destino del hotel es su demolición. Cualquier ciudadano con un mínimo de cultura y de sensibilidad es lo que está esperando. Y que desaparezca esta prueba del latrocinio perpetrado.

Cada vez que paso por el lugar siento una especie de nostalgia por el recuerdo de lo que aquello fue y de irritación por el carácter insaciable del instinto depredador del individuo sin mas norte que el beneficio. Espero ver algún día recuperada la playa del Algarrobico en ese singular paraje de Almería, venciendo a los intereses de unos desaprensivos. (El Correo de Andalucía).