Soterramiento: pasos concretos

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería

Cada vez que se habla del soterramiento en Almería se producen innecesarias tensiones que en nada favorecen el desarrollo de las operaciones relacionadas en torno al futuro de la integración de los servicios ferroviarios en nuestra capital.

Por ello me gustaría reclamar de los poderes públicos, de los partidos políticos y del conjunto de la sociedad almeriense un poco más de calma y de sentido común. Y lo cierto es que el Gobierno central ha dicho lo que, por cierto, ya apunté hace algunos meses y que sirvió para volver en mi contra el escenario político y editorial: no hay en estos momentos recursos económicos suficientes para afrontar unos proyectos tan caros.

Y eso valía tanto para Almería como para cualquier otra ciudad. Sin embargo, noticias aparecidas en otras provincias cercanas hace unos días describían un escenario en el que la llamada “presión social” se convertía en palanca posibilitadora de soterramientos. Ya vemos que no.

Tras las manifestaciones del Gobierno anunciando la paralización de todos los proyectos de soterramiento en España, me gustaría dejar claras dos cosas: la primera es que no estaba mal encaminado cuando dije lo que dije. Y la segunda es que no me alegro de ello. A mí, como a muchos almerienses, me gustaría que el soterramiento se hubiera hecho en los tiempos en los que existían recursos económicos y en los que tampoco existía el presunto problema de tener las diferentes administraciones con diferente color político.

En todo caso mirar al pasado no vale ya de nada y habremos de afrontar esta cuestión con realismo y sentido común. ¿Y qué es lo que estamos haciendo en Almería? Pues lo que este equipo de Gobierno lleva haciendo desde hace ya tiempo: adelantando trabajo y permitiendo avanzar desde una razonable lógica y una propuesta sensata, realista y asumible, que permita seguir avanzando.

De hecho, este mes de marzo comenzarán las obras para el levantamiento de vías del tren, en el tramo comprendido entre la Estación de Renfe y la rotonda del Cable Inglés. A ello, se suman otros dos asuntos de gran importancia: la encomienda de gestión que permita la puesta en valor de los suelos de El Toblerone, para generar dinero desde lo público y para lo público. Sin esas plusvalías será imposible la financiación del proyecto.

El otro asunto decisorio será la licitación del proyecto para iniciar el soterramiento de las vías desde el este de la ciudad, incluyendo la eliminación del paso a nivel de El Puche.

Puede que a muchos esto les parezca poco. A mí me parece mucho. Son pasos concretos y firmes mientras que el resto son palabras.

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