Juan
Folío
El
apuñalamiento del cura obrero almeriense Alfonso Sola López, natural de Vélez-Rubio
pero que ha ejercido su sacerdocio en muchos municipios de Almería, entre ellos
Ohanes, ha creado una honda preocupación en la Iglesia argentina, pues en
los últimos meses son varios los sacerdotes que han sido objeto de agresiones.
El
sacerdote que fue encargado también de la ermita de Tices, y que actualmente
forma parte de la comunidad religiosa de la iglesia de San Antonio de Padua, ha
estado a punto de sufrir un fatal desenlace de la agresión, pero,
afortunadamente, parece que está fuera de peligro. Todavía se encuentra
internado en el hospital Aníbal Serra. El padre Sola ha sido apuñalado en su vivienda de San Antonio Oeste, departamento de San Antonio, en la
provincia de Río Negro.
Reproducimos
a continuación el tratamiento que la noticia ha tenido en algunos medios
argentinos:
Atacaron a puntazos a
un cura en San Antonio
Río Negro
La
víctima fue el religioso Alfonso Sola López, de 70 años. Pese a la virulencia
del ataque poco se sabe acerca del episodio, que ocurrió en el interior de un
pequeño departamento parroquial que funciona en la calle San Martín 985, en el
que el padre vive solo. No hubo testigos de lo ocurrido, y la víctima aún no
aportó su relato ante la policía. Por su parte el titular de la iglesia, el
cura párraco Miguel Anquetil, se escudó en el secreto de confesión para no
brindar los detalles que habría llegado a referirle la víctima .
Algunos
de los vecinos más allegados a la iglesia especularon que la agresión podría
haber sido efectuada por algún joven con problemas de adicciones debido a que
el cura solía recibir a personas en riesgo. Además precisaron que tal vez el
atacante especulara con que poseía dinero, porque muchos tienen la fantasía de
que en la iglesia se maneja plata. Sin embargo el sacerdote poseía consigo su
billetera y su celular, y según fuentes policiales tampoco faltaba nada de la
vivienda.
Alfonso Sola |
El
hecho ocurrió el domingo poco después de las 23. El departamento que ocupa el
cura da a la calle, y está pegado a dos edificaciones que también pertenecen a
la iglesia, en las que funciona una capilla y un espacio de Cáritas. Se presume
que la agresión se desató en la cocina comedor del lugar, en la que fueron
hallados dos cuchillos ensangretados, tipo tramontina. Uno de ellos con un
largo de 18 cm
y el otro de 32. Estas armas habrían sido utilizadas para atacar al hombre, que
recibió 5 heridas, todas en la zona de la espalda. La más profunda impactó en
la zona costal, y milagrosamente no llegó a conprometer uno de sus pulmones.
Con respecto a las otras, una fue en la zona del cuello y dos en la cabeza. Se
desconoce si los atacantes fueron dos, o si sólo fue uno y una de las dos armas
blancas habría sido empuñada por el religioso para defenderse.
Después
del ataque él o los autores habrían huído. El anciano, por su parte, habría
salido tambaleándose hacia la vereda para solicitar ayuda. Un muchacho de 18
años que pasaba por allí fue el que le brindó auxilio, y se ocupó de parar un
patrullero que circulaba por la zona, que trasladó al herido al nosocomio.
Los
titulares de la comisaría 10° realizaron una denuncia de oficio, que tramita en
el juzgado de instrucción n°4 y fue caratulada como lesiones graves con arma
blanca. Además el gabinete de criminalística intervino de manera inmediata,
tomando rastros en el lugar del hecho. Pese a que trataron de dar con algún
testigo de lo ocurrido, hasta ahora los investigadores sólo cuentan con el
relato que efectuó el joven que auxilió al religioso cuando éste salió a la
vereda. Este testigo expresó que no vio salir a ninguna persona del
departamento, y que sólo vio al padre suplicando ayuda.
Con
respecto al estado de salud del sacerdote, se especula que al menos tardará una
semana en restablecerse. Se encuentra sedado y fuera de peligro, porque según
los médicos la mayoría de las heridas fueron superficiales.
Informativo
Hoy
El
cura párroco Alfonso Sola se recupera de las heridas de arma blanca que le
provocaron dos desconocidos. Recibió la visita del obispo diocesano Esteban
María Laxague. Anoche,
luego del brutal ataque, el sacerdote de 70 años debió ser ingresado al
quirófano para un drenaje por presencia de aire y sangre en la cavidad pleural
(Hemoneumotórax), que le produjo uno de los “puntazos” que recibió por parte del
atacante. Ser
recupera de forma favorable y deberá estar internado como mínimo una semana
dependiendo de su recuperación y evolución confirmaron fuentes del hospital
Aníbal Serra.
En
la tarde de hoy recibió la visita del pastor de Viedma, el obispo Esteban María
Laxague que al enterarse de la noticia se acercó a dialogar con el sacerdote y
con el párroco Miguel Anquetil.
El Padre Alfonso Sola |
Según
el comisario Inalaf, jefe de la dependencia sanantoniense de la policía
rionegrina, continúan con las pericias, confirmó que el hecho ocurrió dentro de
la vivienda del religioso y al salir a pedir ayuda los atacantes escaparon
dejando el arma con que utilizaron para lastimar al padre Alfonso. Fue ayudado
por una persona que pasaba por el lugar dando aviso a la guardia de prevención.
Más
de un centenar de personas se movilizaron en la noche de ayer en San Antonio Oeste
pidiendo seguridad y repudiando el ataque que sufrió el párroco Alfonso Sola.
La
convocatoria tuvo dos lugares puntuales, uno la plaza Centenario, dónde
alrededor del monumento central hicieron un abrazo simbólico pidiendo que haya
mías seguridad y mayor compromiso de las autoridades para con la situación que
llegó, según algunos presentes, pasar un límite con el ataque al religioso la
noche del domingo pasado.
Luego
decidieron, muchos con velas encendidas, llevar su solidaridad al convaleciente
Alfonso Sola al hospital, dónde por calle San Martín transitaron custodiado por
un patrullero. En el transcurso de la marcha cantaron canciones religiosas.
Ya
presentes en el nosocomio fueron recibidos por el sacerdote Miguel Anquetil,
quien agradeció las manifestaciones de solidaridad y que el cura Alfonso se
encuentra muy mimado por la comunidad y los feligreses.
En
ese lugar se siguieron manifestando solicitando mayor protección y que esperan
no vuelva a suceder acontecimientos de inseguridad en la ciudad.
Algunas
voces en el lugar sostuvieron que el ataque al religioso se debe a que ya no
hay límites sino mayor impunidad, otros que los tiempos de desamparo se han
acrecentado, pero las autoridades no incrementaron el personal para ofrecer
mayor salvaguarda a los ciudadanos.
Muchas
voces, muchos reclamos, pero lo interesante que una movilización convocada
desde las redes sociales y el boca a boca hicieron que decenas de
sanantonienses manifestaran su enfado por lo sucedido.
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