El vía crucis del pacto PSOE-IU en Almería

Simón Ruiz
Redactor Jefe de La Voz de Almería

Tocado pero no hundido. El acuerdo de gobierno en la Junta de Andalucía entre el PSOE e Izquierda Unida ha estado a punto de saltar por los aires. Al final, como muchos predecían, hubo entendimiento entre ambas partes y un conflicto de índole local -el realojo de una decena de familias de La Corrala Utopía en Sevilla- acabó siendo solucionado mediante dos decretos en el BOJA con la firma de la presidenta Susana Díaz. Uno para quitar competencias a IU sobre viviendas sociales. Otro para derogar el anterior. Entre ambos, una distancia temporal de apenas 24 horas.

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La batalla ha acabado sin vencedores. La socialista Díaz ha tenido que retractarse y Elena Cortés, la consejera de Fomento y miembro de IU, revisará los expedientes de los realojos pues no todas las ocupaciones de viviendas públicas se ajustaban a verdaderas situaciones de emergencia social. Aquí nadie gana pero las heridas que deja esta situación de crisis de Gobierno en pleno Viernes de Dolores hace presagiar que a socialistas e Izquierda Unida les queda por delante un largo Vía Crucis. Ya nada será como antes porque ha habido cargos intermedios y militantes de base que han trasladado a la opinión pública que ya era hora de dejar de “tragarse sapos”. En uno y otro lado de la trinchera, también en Almería, ha habido algo más que escaramuzas.

Guardando posiciones de respeto político, el secretario provincial del PSOE, José Luis Sánchez Teruel, y la coordinadora de Izquierda Unida, Rosalía Martín, tampoco han ocultado sus diferencias. Y, además, lo han hecho en público. El primero de ellos lo hizo muy recientemente cuando vino a denunciar que ya era hora de que el departamento de Elena Cortés se pusiera manos a la obra -nunca mejor escrito- con infraestructuras retrasadas en Almería como la Autovía del Almanzora o la Variante de Roquetas de Mar.

Buena parte de los proyectos pendientes de la Junta en esta provincia tienen que ver con el área de Fomento y Vivienda. En filas socialistas se mantiene que el coste electoral que supone que el Partido Popular esté de manera machacona recordando las demoras tendría que ser para Izquierda Unida. “Pero no es así. Mucha gente identifica la gestión de la Junta con el Partido Socialista”.

En Izquierda Unida, por su parte, también temen que los llamados ajustes presupuestarios o recortes encubiertos en políticas de Salud y Educación les pese como una losa en las urnas. Basta recordar cómo Rosalía Martín reprochaba en el Parlamento andaluz a la entonces consejera María Jesús Montero que no redujera la plantilla de cargos directivos mientras firmaba contratos en precario al personal sanitario.

Son las anteriores algunas de las estaciones por las que ha atravesado este Vía Crucis político en el ecuador de la legislatura andaluza. La proximidad de las elecciones europeas -en apenas mes y medio- ha hecho temer por un fin del mandato de Susana Díaz. La mañana del Viernes de Dolores la presidenta ya no descartaba con tanta rotundidad un adelanto electoral. “Las encuestas le son favorables a Izquierda Unida. Con situaciones de tensión como la de esta semana con La Corrala Utopía, la coalición se crece ante su electorado más extremista”, mantienen desde el PSOE.

La experiencia de un pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Almería ha hecho recordar en estos días que las fuerzas minoritarias también sufren reveses. “Diego Cervantes, tras la gestión compartida con Santiago Martínez Cabrejas entre los años 1999 y 2003, se quedó como el llanero solitario. Solo salió elegido él como concejal de IU”, citaba un dirigente provincial del Partido Popular.

En el PP han llegado a frotarse las manos esta semana con la contienda de la izquierda andaluza. “Fueron a plantear el conflicto a las puertas de Juan Ignacio Zoido y la bomba les estalló entre las manos”, decía una fuente.

Y a partir de este Domingo de Ramos, ¿qué puede pasar? Las espadas se han guardado, pero una vez que se celebren las europeas ya se estará pensando en las municipales. En ese terreno de juego la tensión entre PSOE e IU volverá a aflorar. El poder local es tan apetitoso como el poder andaluz. Ninguno de los tres consejeros de IU planteó su dimisión esta semana. Todos siguen en sus puestos. Siempre hay tiempo para pensar en la Resurrección.

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