Lecciones de ética política

Rafael M. Martos

Director de Noticias de Almería

Todo el mundo intuía que Juan Ortega, el que viene siendo líder del PSOE de Roquetas, podía acabar viéndose salpicado por el presunto fraude de los cursos de formación que está siendo investigado judicialmente, como ya lo fue con el tema de Hispano Almería y algunos otros, pero las consecuencias de todo ello han sido políticamente ninguna. Llama la atención el hecho de que, ante el escándalo que supone la información que maneja la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales), la respuesta del PSOE haya sido el silencio, cuando por mucho menos que eso -es decir, sólo una denuncia de parte ante la Fiscalía, que posteriormente se ha prestado a investigarla- hayan reclamado dimisiones, plenos extraordinarios, comisiones de investigación... Por contra aquí, ni mú.

Pero si podría comprenderse por ser algo que les afecta, y por tanto cabe pensar que no van a tirar piedras contra su propio tejado teniendo a mano el de enfrente, lo que indigna es la actitud de Izquierda Unida, esa comparsa exótica de la presidenta Susana Díaz, entre la Cuba de presidencia hereditaria y la Venezuela del "exprópiese". Calladitos. No han dicho nada. Eso sí, la parlamentaria Rosalía Martín anunció en la tribuna del Parlamento andaluz que iba a pedir la comparecencia del presidente del PP de Almería, de la Diputación y alcalde de Roquetas por el tema del Auditorio (caso juzgado y sentenciado) y del caso Tres Reyes, Obviamente al final no lo hizo, pero daba igual. Sobre lo de los cursos de formación no tiene nada que decir el grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Roquetas, y eso que se trata de una persona que se sienta junto a ellos. Nada.

Es verdad, nada hay juzgado, sólo son informes de la UDEF que pueden contener errores en datos e interpretaciones, y la presunción de inocencia es básica en un Estado de Derecho, pero a quienes les falta tiempo para tirarse al cuello de unos deberían tener una actitud más coherente cuando se trata de otros.

Véase que el PP de Almería no ha salido en tromba a crucificar a Juan Ortega, ni a pedir su dimisión, ni la del secretario general, José Luis Sánchez Teruel. Y sí, es cierto que alguien podrá decir que cómo iban a hacerlo con lo que tienen encima, Gürtel y Bárcenas entre otros asuntos. Pues sí, también por eso, pero teniendo el PSOE encima lo de los ERE fraudulentos, lo de los GAL, lo de los fondos reservados, lo de "caso Cacerolo", lo del BOE, lo de caso Guerra, lo del convoluto del AVE, lo del caso Abengoa, lo del caso Matsa... en cuanto ven un arañazo, gritan ¡sangre!

Publicamos hoy un asunto que tal vez lo explique todo. Si resulta que el responsable de la ética de tu partido "desaparece" para no tener que devolver una subvención, si se declara insolvente con tal de no pagar unos pocos miles de euros a un trabajador... pues tal vez, tal vez, es que ética, ética, no tiene mucha y el cargo le viene grande. ¿Imaginan que Juan Carlos Pérez Navas deja el cargo de senador y es Alfonso Díaz Marín quien le sustituye?, ¿le encontrará entonces la Junta para que devuelva el dinero?, ¿y qué dice de eso su pareja, la parlamentaria y secretaria de Política Municipal Adela Segura?