Nos gustaría saber a qué ha venido el ministro Soria a Almería

Juan Torrijos
Periodista

Hacer un viaje a esta esquinita del sur sólo para presentar en sociedad al futuro candidato del PP a las andaluzas no parece motivo suficiente. Pero es la única razón que se nos ocurre. El ministro estuvo en las tierras altas, creadoras y ricas de la sierra de los Filabres, pero que se sepa nada llevó, nada prometió. Manos vacías la suyas.

En Macael
Bajó a las azules aguas del Mediterráneo roquetero, y en su hermoso castillo de Santa Ana se reunió con los empresarios turísticos. ¿Llevó alguna prebenda, prometió algún futuro? Manos vacía las suyas, señor ministro, las que vimos por nuestra tierra.

Han aprendido, justo es reconocerlo. Antes llegaba un ministro (cualquier ministro y de cualquier partido) y prometía el oro y el moro. Lo contento que se ponía el personal oyendo al preboste. A uno se le ocurrió decir que para el año dos mil cinco tendríamos el Ave entrando por las vías de hierro de Almería.

Un segundo tuvo que torear al morlaco de hierro y no vean como sufrió el hombre. Soria estuvo en Almería y una frase a destacar de lo todo que le escuchamos: “La inversión en infraestructuras volverá pronto”. ¿Cómo dice?  “Que la inversión en infraestructuras volverá pronto”. ¿Y eso que quiere decir? Pues eso, que volverá pronto. ¿Cuándo es pronto? No sea latazo, pronto. ¿Mañana, pasado, el año que viene, el siguiente, el otro, cuándo?

Ha aprendido. ¿Compromiso? Ninguno. ¿Promesa? Ninguna. ¿Esperanza? Difusa. Ese “pronto” no ilusiona. Nada demuestra. Para este viaje, mejor en casa. Como decía el secretario general del Psoe, Sánchez Teruel, su viaje a Almería sólo ha sido un gancho para presentar a Juanma Moreno a los almerienses.

Esperemos  que la próxima vez que se digne visitarnos venga con el cesto lleno de renovables, con una necesaria bajada en la tarifa eléctrica para los agricultores y con ese “pronto” algo más matizado, por lo menos para que sepamos a lo que atenernos.

Lo deseable es que por lo menos se haya llevado una idea clara de las necesidades de Almería y nos tenga en sus oraciones en algún consejo de ministros. Sé que es mucho pedir, pero recuérdele a Mariano que esta esquina está produciendo sin apenas ayuda más del 50% de la agricultura que exportamos; con unas comunicaciones de juguete y con una escasez de agua que vuelve a hacerse patente en el agro.

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