Juan
Ramos
Exalcalde
de Uleila del Campo
En
Uleila del Campo, como en muchos otros pueblos, muchas tradiciones, con el paso
del tiempo, han ido desapareciendo. La del Sábado de Gloria por la noche ha ido
cambiando hasta llegar a algo que nada tiene que ver con la antigua tradición. Durante
años y hasta los años 70, la tradición mandaba a los jóvenes de Uleila a dejar
en la puerta de la joven pretendida una rama de álamo blanco junto a un regalo.
El
regalo podía ser un bote de colonia u otra cosa, según la economía del
pretendiente. Aquella noche, el pretendido se la pasaba en vela vigilando la
rama de álamo y el regalo para que nadie pudiera llevárselo.
Otros
jóvenes, aquellos a los que su pretendida les habían dado "calabazas"
previamente, despechados, solían poner algún esqueleto de animal muerto, principalmente
de caballería, que habiendo muchos en el pueblo, cuando morían, los llevaban a
enterrar a un lugar alejado de Uleila unos tres o cuatro kilómetros.
Esto
fue degenerando en gamberradas, como traer trastos viejos y ponerlos en la
plaza del pueblo. Hubo incluso una época, a finales de los años 80, en la que las gamberradas
consistían en explosionar petardos durante toda la noche.
Esta
tradición, traída de alguna zona del Poniente almeriense, no gustó a muchos
vecinos del pueblo y se tuvo que poner orden para que no llegara a haber ningún
altercado entre los amantes de esas gamberradas y los detractores.
Hoy
en día, ya todo venido a menos, aún siguen los jóvenes inventándose alguna
gamberrada original para continuar disfrutando, aunque no sea aquella bonita
tradición de antaño.
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