Catolicismo e infantilismo

Paco Campos
Doctor en Filosofía y profesor de la UAL

No voy a descubrir nada nuevo pero sí que la gran mayoría joven de España vea lo que está pasando como constitutivo de la vida, del mundo de la vida que le ha tocado, y que no diga esta boca es mía. Es más, que entre de lleno en el juego aunque para ello haya que retroceder un puñado de décadas, lo menos cincuenta; eso sí que lo estoy descubriendo ahora, y cada vez más pasmado quedo al comprobar, por ejemplo, la poca capacidad de reacción que la gente tiene al asistir e incluso participar en estas perfomances de la Semana Santa, que a veces suele justificarse con la vena cultural y antropológica. Nunca mejor dicho el ‘¡Válgame Dios!’ que ahora.

Ejemplos grotescos de estilo costumbrista son los que, abundando en lo que digo, protagoniza el beato Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior, que parece estar viviendo sus años de bachillerato en los que la Providencia divina campaba por sus respetos, esto es, actuaba sin miramientos, sin exclusiones, ya que todo se hacía o sucedía porque Dios lo quiere (y a callar).

Qué bonito un mundo así, tan oficial y tan seguro, en el que nadie tenía que temer si se portaba bien, significando ‘portarse bien’ obedecer, y ya está; en el que el Ángel de la Guarda vigila tus sueños...

Con esa cultura llega este hombre al ministerio y sigue haciendo las cosas como las hacía cuando tenía pantalón corto, y como tiene auditorio que lo festeja, pues no se entera del ridículo que hace, de lo zafío que es, de la poca falta de tacto que tiene.

Fernández firmó el pasado 3 de abril la Orden ministerial por la que concede la Medalla de Oro al Mérito Policial, con carácter honorífico, a la virgen María Santísima del Amor (de Málaga). Parece ser que la cofradía a la que pertenece la virgen comparte con el ministerio en cuestión una serie de valores como, textualmente: la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio.

También dice el ministro que tiene el gusto de apadrinar el proyecto ‘La Huella de Santa Teresa’, que hace una gira por España, porque Santa Teresa está siendo intercesora para España en tiempos recios.

Y remata don Jorge calificando de utilidad pública a la asociación ultraderechista ‘Hazte Oír’, famosa por su propagandismo del nacional-catolicismo y por su radical oposición al aborto. ‘Utilidad pública’, dice el tío. No entiendo nada, creedme.

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