Juan
Torrijos
Periodista
Está
en su derecho. Los plenos están para abandonarlos cuando no se siente seguro
uno en ellos o cuando te están tomando el pelo. Y según el alcalde de Albox no
va a permitir que el Partido Popular se mofe y les tome el pelo a su pueblo y
sus vecinos. Con dos pares.
El alcalde de Albox, en el momento de abandonar el pleno (Foto: Noticias de Almería) |
No
me gusta demasiado la pose y foto de su salida del pleno. Ese gesto en su cara,
esa mano alzada y ese imperativo dedo no presagian nada bueno en las relaciones
entre el señor Mena y el equipo de gobierno de la diputación. Y lo mismo,
pienso yo, esa mala relación no les sienta bien a los vecinos, que miren
ustedes por donde no votaron al señor Mena para el cargo que ahora ocupa, el de
alcalde.
Días
gloriosos nos viene dando a los plumillas el gran Rogelio, lo que tendría que pensar
es que las causas de esos días no vayan en contra de los intereses del
municipio. No me atrevo a opinar sobre la salida del pleno del diputado, lo
mismo el hombre tenía razón para hacerlo. Lo que me llama la atención es la
insolidaridad con la que lo tratan sus compañeros de partido.
Cuando
a un pueblo se le trata mal desde la presidencia de la institución, como
asegura Rogelio se hace con su pueblo, es inexplicable que su partido, el PSOE,
en el que incluso tiene un cargo institucional, no le respalde y abandone el
pleno con él en señal de apoyo a la agresión, que según dice, se le hace a su
pueblo y vecinos.
Es llamativo
que una mujer como Esperanza Pérez, portavoz del PSOE en la institución provincial,
mujer con genio y figura donde las haya, deje a su compañero compuesto y sin acompañarle
en el abandono del pleno. ¿Divorcio en
el equipo socialista en diputación? Así se puede entender cuando un solo hombre
abandona el salón mientras sus compañeros siguen sentados en sus sillones.
¿Y
por qué se quedan sentados? Eso es lo que tendrían que explicarnos. Y
especialmente a los albojenses. Si Rogelio Mena tiene razón no sólo es el PP el
que se mofa de Albox, el partido al que pertenece el alcalde, el PSOE, no apoya
la reivindicación pedida y deja con dos palmos de narices al alcalde y a los
vecinos.
De
ahí la importancia de oír las explicaciones que pudiera ofrecernos doña
Esperanza. Igual tienen que pedirle a don Rogelio algo de prudencia y de cohesión
de equipo a la hora de hacer política. Los versos libres acaban con el poema.
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