Antonio
Quesada
@AntonioFQuesada
El
Gobierno central ya únicamente le proporciona cuidados paliativos a las obras
del AVE. Sin novedades en la licitación de nuevos tramos, alarga su lenta agonía
tapiando las bocas de los túneles que ya se habían ejecutado ante la mirada atónita
de los almerienses.
Más
allá de las excusas que se quieran poner, la medida se revela como el signo inequívoco
del tiempo que habrá que esperar para que se reanuden las obras. La noticia, de
la que estuvimos hablando ya por aquí hace un mes, ha saltado ahora a los
medios nacionales envuelta en la polémica del dinero gastado sin que exista un
compromiso para su finalización por parte del Gobierno.
A
pesar de que los Presupuestos Generales del Estado contemplan este año 100 millones
de euros para obras en Almería, la realidad es que los únicos trabajos realizados
son el vallado o tapiado de esas galerías.
En
ese contexto, el animador de todas las fiestas, el diputado del Partido Popular
Rafael Hernando, no ha querido dejar escapar la oportunidad de desbarrar una
vez más al concluir que la obra ejecutada "no lleva a ninguna parte y está
en mitad del campo”. Caramba, cuesta creer que haya llegado a esa conclusión él
solo.
Hernando,
además, sigue empeñándose en hacer comulgar a los almerienses con ruedas de
molino. Insistir en que si el dinero empleado en Almería se hubiese destinado a
Murcia ya habría llegado el AVE a esa ciudad y que, por consiguiente, los
almerienses veríamos más próxima nuestra conexión con la Alta Velocidad , es
un argumento tan peregrino como desatinado. De una indolencia impropia de un
representante de la provincia.
Malo
es que este diputado del Partido Popular no defienda como debe los intereses de
los almerienses, de los que le votaron y de los que no lo hicieron, pero es aún
mucho peor que anime a los murcianos a sucumbir a la melancolía pensando que
sus obras ya estarían listas si no fuese por la mala cabeza de los almerienses.
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