El exbético Biosca, único almeriense en disputar un Mundial de fútbol

Antonio Torres
Director de RTVA

Una de las leyendas del Real Betis es el exinternacional Antonio Biosca Pérez (Almería, 1949), único futbolista almeriense que hasta ahora ha defendido la camiseta de “La Roja”, en los tiempos del seleccionador Kubala. El internacional almeriense Biosca ha sido uno de los jugadores más emblemáticos del Real Betis  a lo largo de su historia. Formó parte de aquel legendario conjunto que ganó la Copa del Rey en 1977 ante el Athletic de Bilbao. Cardeñosa, Gordillo y otros grandes  de esa mágica década de los 70 fueron sus compañeros. Biosca siempre será recordado en Heliópolis por su pundonor y fidelidad a unos colores que no abandonó a pesar de tener ofertas incluso del Madrid, después de que el Betis descendiera en 1978 y disputara el Mundial de Argentina. En el Betis jugó entre 1971 y 1983, marcó ocho goles, encontró su casa y en Sevilla ha establecido su residencia, dedicando su actividad a los negocios inmobiliarios.

Biosca
Se definía como jugador de club que solo pensaba en trabajar y cumplir. En el libro Relatos rojiblancos, documento imprescindible sobre la historia del fútbol, su autor, Ángel Acién, lo define como un atleta, “un portento físico”, y recuerda las condiciones inhóspitas en las que acudieron al Mundial, sin calefacción y pasando frío en las habitaciones. Biosca compartió habitación con el rematador Santillana, del Real Madrid.

En el previo del vital Almería–Betis, el periodista Ángel Acién cree que los almerienses se impondrán. El periodista de Gol TV Paulino Montes, especialista en la historia bética, también da victorioso al Almería: “Poco o nada importa el enfrentamiento ante el Almería para los aficionados béticos”, afirma, “un Betis judicializado donde lo realmente importante es todo lo relacionado con lo institucional, lo mejor que puede ocurrir es que termine la campaña, que se está haciendo excesivamente larga”.

Recientemente, el director del diario As, Alfredo Relaño, me preguntó en la Universidad de Almería quien era el jugador más importante nacido en Almería. Le dí “mi lista” con Mauricio y Gómez, pioneros en Primera, y los nombres exitosos de Román, Giménez, los hermanos Polo, Maxi, Juan Rojas, Héctor, Francisco, Ortiz, el albojense Diego Capel y otros más. Sin lugar a dudas, está  Biosca, único almeriense que hasta la fecha ha disputado la Copa del Mundo en Argentiuna ´78. Disputó los partidos frente a Brasil, en el que sustituyó a Migueli, y en el triunfo ante Suecia, con gol de Asensi, jugó todo el encuentro y destacó por su juego preciso.

Al Mundial de Argentina se le denomina el del “no-gol” de Cardeñosa, compañero de equipo de Biosca, fino interior de gran calidad que falló una ocasión irrepetible con la portería vacía ante Brasil. Ese fallo, ya con la “cámara lenta funcionando a tope”,  le persiguió durante su exitosa carrera deportiva, nos recuerda Relaño. Biosca fue tres veces internacional. Debutó el  26 de abril de 1978 en un España 2 - México 0, disputado en  Granada.

Biosca inició su carrera deportiva en equipos de Almería como el Baleares, el San Quintín y el Plus Ultra. Para el exguardameta de varios equipos almerienses Andrés Ramírez, que coincidió con el internacional, en equipos rivales, recuerda que sabía colocar a los jugadores y mandar como ahora lo hacen los medios centros. “Estaba muy delgado y jugaba de lateral, pero nos dábamos cuenta de que tenía calidad para ocupar cualquier posición del campo”, rememora Pedro Baldó, exsecretario provincial de Comisiones Obreras.

Fichó, junto a Rojas y otros almerienses, por el Calvo Sotelo de Puertollano y de ahí  José María de la Concha lo compró para el Betis. Al periodista de Abc M. Fernández de Córdoba Biosca le concedió una entrevista en junio de 2001: “Todo el mundo se acuerda de la Copa del Rey, pero, para llegar a aquella final, hizo falta ganar una semifinal ante el Español. Y en aquella semifinal los goles fueron de Antonio Biosca...” ¿Dabas tanta leña como se decía? “Yo iba al choque fuerte y entraba duro, pero no lesioné a nadie (…) Yo no he sido un jugador duro, sino fuerte. Sin embargo sí he sido duro cuando le daban a mis compañeros, al Canijo (Cardeñosa), por ejemplo, o a Gordillo”.

La memoria del fútbol es frágil pero los futbolistas con carácter permanecen en la impronta de sus aficionados generaciones después, como es el caso de Biosca.

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