Greenpeace pinta de negro El Algarrobico

Javier Adolfo Iglesias
Periodista

Cien activistas de Greenpeace procedentes de diversas provincias españolas llegaron ayer al paralizado hotel construido en la playa de El Algarrobico en lo que ha sido la mayor acción de protesta colectiva en su historia y por tanto la mayor realizada en contra de la edificación paralizada por los tribunales. Esta es la sexta vez desde 2003 que activistas de Greenpeace acuden al hotel para denunciar su supuesta ilegalidad. Su objetivo es dibujar  un enorme punto negro, de más de 8.000 metros cuadrados, en la fachada de la construcción,  para simbolizar que es el mayor punto negro de la urbanización de la costa española. 

El Algarrobico, ayer
Anoche, el punto negro no había sido acabado. Los activistas, enfundados en monos naranjas, lo fueron pintando a mano, con rodillo y pintura normal al agua, cuya cantidad y tipo exacto no ha concretado el director ejecutivo de Greenpeace Mario Rodríguez. “Es lo más ecológica posible, pero más impactante que la pintura es el propio hotel en una zona protegida”, declaró.   Con esta acción la organización ecologista reclama el “desmantelamiento inmediato” del hotel, propiedad de la promotora la promotora Azata del Sol. Varios activistas portaban pancartas donde se podían leer “Algarrobico punto negro de la costa”  y  “Demolición ¡Ya!”.

Mario Rodríguez ha exigido tanto a la Junta de Andalucía como al Ministerio de Medio Ambiente “que no se escuden más en la maraña judicial que se ha creado en torno al hotel y que acuerden la recuperación natural de la zona y la demolición del hotel inmediatamente, ya que actualmente tienen suficientes argumentos judiciales y políticos para ello”. Mario Rodríguez insta tanto al Gobierno como a la Junta de Andalucía que ejecuten las sentencias del Supremo en julio del 2011 y del  TSJA dictadas en diciembre de 2013.

“Le capacitan para ordenar inmediatamente el desmantelamiento del hotel y la restauración de la playa”, afirma Rodríguez, quien considera la sentencia del pasado 21 de marzo del TSJA, que declara que “el terreno de El Algarrobico y el adyacente son urbanizables” como parte del “entramado judicial complementario que forma parte  de la estrategia y los intereses de la promotora del hotel. El director de Greenpeace expresa su sorpresa por las declaraciones del vicepresidente de la Junta Diego Valderas, “es desconcertante, ¿a qué tienen que esperar?”.

En la propiedad se presentó una pareja de la Guardia Civil y una veintena de vecinos no organizados, entre ellos el portavoz socialista José Luis Amérigo, quien se opone a esta acción. “El PSOE luchó por este proyecto y la Junta lo trajo aquí. Carboneras tiene un 40 por ciento de desempleo y a Greenpeace no le importa el futuro de Carboneras pero nosotros seguimos luchando por su futuro y por el empleo”.

En esta misma línea, el alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, se ha opuesto a acciones como estas que solo llevan de forma injusta una mala imagen de su pueblo a través de los medios de comunicación. “Solo buscan publicidad y en cambio nosotros abogamos por el respeto al Estado de Derecho. Hay que abogar por la creación de empleo y no por la destrucción de inmuebles”, afirmó ayer.

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