Antonio Fernández
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
Ayer
fallecía en su domicilio de Madrid Miguel Vizcaíno Márquez, uno de los hombres
más ilustres que ha dado la provincia de Almería y una persona considerada por
muchos como el mejor embajador de esta tierra. Tenía 101 años (nació en Ohanes en 1913) y hasta los 97 fue consejero
de Estado.
Miguel Vizcaíno Márquez |
Nacido en una humilde familia de agricultores, obtuvo siempre
excelentes calificaciones para poder disfrutar de las becas que le permitirían
hacer la carrera de Derecho en Granada, o alcanzar en la carrera militar la
graduación de General Togado. Pero sobre todas las cosas era un hombre con un fuerte compromiso con su
tierra, y en especial con su pueblo, Ohanes, y con la vecina localidad de
Canjáyar, a la que acudía con su padre a lomos de una mula para realizar las
compras y otras gestiones.
Desde su casa de la calle Santander en Madrid, Miguel Vizcaíno siempre estuvo en contacto directo con los almerienses. Las cartas eran su forma de mantener el vínculo, y su gusto por recibir a cualquier paisano que se desplazara a Madrid, desde los dignatarios hasta los emigrantes que iban en busca de trabajo. Nunca dejó de ocuparse de los asuntos que podían servir para el crecimiento de la provincia y, a lo largo de una muy dilatada trayectoria, se le reconocen actuaciones decisivas para la puesta en marcha de numerosos proyectos que abarcan desde las grandes infraestructuras hasta la construcción de viviendas sociales para los más necesitados.
Desde su responsabilidad en las altas instituciones, de sus relaciones con los gobiernos o desde el Consejo de Estado y su contacto directo con los gobernantes hasta 2010 se conocen sus acciones para impulsar algunos de los grandes proyectos para la provincia de Almería. Tuvo una participación directa en la construcción del aeropuerto, inaugurado por Franco en el año 1968. En materia turística, dio su apoyo a los constructores del primer gran hotel de la provincia, el Hotel Aguadulce, y estuvo detrás de la construcción del Parador Nacional de Mojácar, un proyecto en el que tenía depositadas sus ilusones.
Desde su casa de la calle Santander en Madrid, Miguel Vizcaíno siempre estuvo en contacto directo con los almerienses. Las cartas eran su forma de mantener el vínculo, y su gusto por recibir a cualquier paisano que se desplazara a Madrid, desde los dignatarios hasta los emigrantes que iban en busca de trabajo. Nunca dejó de ocuparse de los asuntos que podían servir para el crecimiento de la provincia y, a lo largo de una muy dilatada trayectoria, se le reconocen actuaciones decisivas para la puesta en marcha de numerosos proyectos que abarcan desde las grandes infraestructuras hasta la construcción de viviendas sociales para los más necesitados.
Desde su responsabilidad en las altas instituciones, de sus relaciones con los gobiernos o desde el Consejo de Estado y su contacto directo con los gobernantes hasta 2010 se conocen sus acciones para impulsar algunos de los grandes proyectos para la provincia de Almería. Tuvo una participación directa en la construcción del aeropuerto, inaugurado por Franco en el año 1968. En materia turística, dio su apoyo a los constructores del primer gran hotel de la provincia, el Hotel Aguadulce, y estuvo detrás de la construcción del Parador Nacional de Mojácar, un proyecto en el que tenía depositadas sus ilusones.
Jugó un papel devisivo en la creación en Almería del Observatorio Astronómico
de Calar Alto, una instalación por la que pugnaban varias provincias españolas.
Esa participación le valió el reconocimiento del Gobierno alemán, que le hizo
entrega de la Gran Cruz
del Mérito de la
República Federal de Alemania en el año 1998.
Desde Ohanes y Canjáyar llegaron ayer las muestras de
consolencia. De ambos pueblos era hijo predilecto, en ambas deba nombre a uns
calle. En Canjáyar ayer ondeaban las banderas a media asta con crespones negros
en señal de luto. Los alcaldes, Eufronio Hernández y Francisco Alonso, han dado
el pésame a su familia. Ambos le han recordado como un gran hombre.
Un general para todos los tiempos
Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería
Vizcaíno Márquez fue candidato al Senado en las elecciones del 77 |
El General
Consejero Togado, máxima categoría del Cuerpo Jurídico, Miguel Vizcaíno Márquez
(Ohanes, 1913-Madrid, 2014) fue consejero de Estado, el más veterano en
activo. Posiblemente fue el funcionario militar y civil más antiguo de España,
"con veintidós trienios". Precisamente, en el Consejo de Estado tuvo
a finales de 2004 un protagonismo destacado por la reforma de la Constitución ,
institución adecuada, según el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero,
para reflexionar desde el punto de vista técnico y jurídico. Vizcaíno ejerció
el cargo político de consejero del Movimiento, representando a la provincia de
Almería. Fue candidato por Alianza Popular (AP) en las primeras elecciones
democráticas, el 15 de junio de 1977, para el puesto de senador junto al que
fuera jefe provincial del Movimiento en Almería, Antonio Andújar Rodríguez, y
Rafael Viciana Aráez. Ninguno de los tres consiguió acta.
Uno de sus amores permanentes ha sido Ohanes, pequeño pueblo situado a52 kilómetros de
Almería. Desde hace medio siglo contrató mensajeros o servicio de Correos para
enviar libros que contribuyesen a mejorar la vida de sus paisanos. Dinero de su
patrimonio personal se ha utilizado en reiteradas ocasiones para acondicionar
la iglesia de la Inmaculada
o la ermita de Tices. "La restauración más importante la ha realizado la Junta de Andalucía. Un día,
el Consejo de Estado celebró reunión en Sevilla y me senté junto a Manuel
Chaves, persona que acogió con mucho interés y efectividad el problema que le
planteé sobre la situación de casi ruina de la iglesia. Pronto comenzaron las
obras por lo que estoy muy agradecido al presidente de los andaluces".
Su prudencia y tacto se demostró un día después de celebrarse un Consejo de Ministros, presidido por Felipe González, cuando acudió hasta Ohanes el presidente del Consejo de Estado, Fernando Ledesma, ex ministro de Justicia, para imponerle una condecoración aprobada por el Gobierno socialista, por su dedicación. Al alcalde democrático de Ohanes en el periodo 1979-2003, el cartero Pedro García Ferre le anunció el acuerdo y la visita de Ledesma unas horas antes para no romper la tranquilidad de la vida municipal. El presidente del Consejo General de Procuradores, en el periodo 1974-2001, José Granados, y otros altos cargos de las distintas administraciones han pasado por Ohanes de la mano del ilustre paisano.
Cuando en Madrid recibía la visita de su alcalde, acompañado por el de Canjáyar, siempre se emocionaba. Lo primero que hacía para despedir a sus invitados es regalarles postales de su pueblo e invitarles a que sigan trabajando por Almería. Eso es lo que hizo con Rocío Amores de Canal Sur y conmigo. Recuerda el alcalde de Ohanes que en una ocasión el desaparecido presidente del Consejo de Estado Íñigo Cavero pidió a don Miguel que le acompañara, pero declinó la invitación argumentando con su tono jocoso: "Hoy comemos juntos los cateticos de pueblo".
Don Miguel aprovechó sistemáticamente su papel en las instituciones del Estado para beneficiar a su tierra. Desde los puntos más cercanos a su pueblo con viviendas sociales de la antigua Obra Social del 18 de Julio construidas en la comarca y en obras de gran calado para la realidad del conjunto de Almería que se concretan en una larga lista. Fue uno de los primeros impulsores del turismo con el apoyo dado a los constructores del hotel Aguadulce, junto al general Máximo Cuervo (Madrid, 1893-1982), compañero en el Consejo de Estado. También se interesó por la apertura del Parador Nacional Reyes Católicos de Mojácar (1966), con el apoyo de Fraga Iribarne; construyó y rehabilitó casas cuarteles para guardias civiles en la provincia; impulsó la construcción y la inauguración por Franco del aeropuerto de Almería en 1968. Y apostó por el desarrollo tecnológico de la provincia con la ubicación enla Sierra de los Filabres del
Observatorio Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto. En una entrevista,
mantenida con este autor, confesó que sus grandes apuestas por Almería son el
aeropuerto y el Observatorio de Calar Alto.
En su retina conserva la gran preocupación por las bombas de Palomares (1966) y el famoso baño de Fraga en la playa de este municipio almeriense, con todo lo que aquello representó de falta de libertad de expresión.
En Ohanes existela Plaza
Miguel Vizcaíno. El concejal de Cultura en el ayuntamiento de
Almería en el periodo 1999-2003, Rafael Esteban (Izquierda Unida), fue la
persona que le llamó para anunciarle que la capital aprobó una calle en
recuerdo de su figura. La enfermedad de su esposa, de la que no se despega un instante,
le impidió desde 2001 viajar a Almería. En los años sesenta ayudó al alcalde de
Zurgena y Antas, Francisco Pérez Casquet, y otros emprendedores para que
sacaran sus empresas a flote. Con este empresario mantenía una estrecha
amistad.
Austero, disciplinado y exigente. Su residencia familiar siempre olió a Almería con las pinturas del padre del Movimiento Indaliano, Jesús de Perceval; la escultura de su íntimo amigo y paisano el prestigioso arquitecto y escultor 'Juan Cristóbal', Juan González Quesada (Ohanes, 1896-Madrid, 1961), autor de la estatua de El Cid en Burgos y el busto del obispo Ventaja en Ohanes, que realizó sin cobrar absolutamente un céntimo.
Uno de sus amores permanentes ha sido Ohanes, pequeño pueblo situado a
Su prudencia y tacto se demostró un día después de celebrarse un Consejo de Ministros, presidido por Felipe González, cuando acudió hasta Ohanes el presidente del Consejo de Estado, Fernando Ledesma, ex ministro de Justicia, para imponerle una condecoración aprobada por el Gobierno socialista, por su dedicación. Al alcalde democrático de Ohanes en el periodo 1979-2003, el cartero Pedro García Ferre le anunció el acuerdo y la visita de Ledesma unas horas antes para no romper la tranquilidad de la vida municipal. El presidente del Consejo General de Procuradores, en el periodo 1974-2001, José Granados, y otros altos cargos de las distintas administraciones han pasado por Ohanes de la mano del ilustre paisano.
Cuando en Madrid recibía la visita de su alcalde, acompañado por el de Canjáyar, siempre se emocionaba. Lo primero que hacía para despedir a sus invitados es regalarles postales de su pueblo e invitarles a que sigan trabajando por Almería. Eso es lo que hizo con Rocío Amores de Canal Sur y conmigo. Recuerda el alcalde de Ohanes que en una ocasión el desaparecido presidente del Consejo de Estado Íñigo Cavero pidió a don Miguel que le acompañara, pero declinó la invitación argumentando con su tono jocoso: "Hoy comemos juntos los cateticos de pueblo".
Don Miguel aprovechó sistemáticamente su papel en las instituciones del Estado para beneficiar a su tierra. Desde los puntos más cercanos a su pueblo con viviendas sociales de la antigua Obra Social del 18 de Julio construidas en la comarca y en obras de gran calado para la realidad del conjunto de Almería que se concretan en una larga lista. Fue uno de los primeros impulsores del turismo con el apoyo dado a los constructores del hotel Aguadulce, junto al general Máximo Cuervo (Madrid, 1893-1982), compañero en el Consejo de Estado. También se interesó por la apertura del Parador Nacional Reyes Católicos de Mojácar (1966), con el apoyo de Fraga Iribarne; construyó y rehabilitó casas cuarteles para guardias civiles en la provincia; impulsó la construcción y la inauguración por Franco del aeropuerto de Almería en 1968. Y apostó por el desarrollo tecnológico de la provincia con la ubicación en
En su retina conserva la gran preocupación por las bombas de Palomares (1966) y el famoso baño de Fraga en la playa de este municipio almeriense, con todo lo que aquello representó de falta de libertad de expresión.
En Ohanes existe
Austero, disciplinado y exigente. Su residencia familiar siempre olió a Almería con las pinturas del padre del Movimiento Indaliano, Jesús de Perceval; la escultura de su íntimo amigo y paisano el prestigioso arquitecto y escultor 'Juan Cristóbal', Juan González Quesada (Ohanes, 1896-Madrid, 1961), autor de la estatua de El Cid en Burgos y el busto del obispo Ventaja en Ohanes, que realizó sin cobrar absolutamente un céntimo.
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