Almería la Seca

Iván Gómez
Jefe de Local de Diario de Almería

A pesar de los chubascos y lluvias de carácter tormentoso que se han sucedido en los últimos días del recién estrenado verano, Almería atraviesa la segunda peor sequía del último siglo. La Agencia Estatal de Meteorología tiene registros desde 1920, en base a los datos de tres estaciones, y tan sólo en el año hidrológico 1984-85 se registraron menos lluvias que en el actual ejercicio. En aquel periodo las precipitaciones acumuladas eran de 76,7 litros por metro cuadrado, mientras que en el actual curso agrícola están ligeramente por encima de los 80 litros

Lluvia en Roquetas
Hay que remontarse, por tanto, casi tre décadas, para encontrar un ciclo más seco que el vigente. Es más, el mes de abril se cerró sin un sola gota de agua, una anomalía pluviométrica que no se daba desde 1998. Las cuentas de la Agencia Estatal de Meteorología en materia de lluvias sólo tienen dos años hidrológicos por debajo de los 100 litros por metro cuadrado en el último siglo, tanto el de 1984-85 como el de 2013-14, siendo especialmente copiosos en precipitaciones los ejercicios 1946-47 con 405 litros, 1951-52 con 415 y, mucho más cercano en el tiempo, 2009-10 con 407 litros por metro cuadrado. El resto han ido oscilando sin que sea posible detectar un patrón secuencial, tal y como recogen los investigadores Emilio Ferre y José Damián Ruiz en su estudio sobre las sequías de la provincia entre 1960 y 2008.

En la reciente reunión de los Comités de Gestión de los sistemas de explotación hidrológica de la provincia se puso de manifiesto, en base a los informes de la Red Hidrosur perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente, la situación de "extraordinaria escasez de precipitaciones" que atraviesan los municipios almerienses. En la comarca del Poniente, por ejemplo, en el embalse de Benínar en los ocho primeros meses del año hidrológico, establecido entre octubre y septiembre, sólo se han registrado 139 litros por metro cuadrado, el segundo peor registro de los últimos 23 años. Sólo en 1994-95 se bajó el registro hasta los 106 litros. El año pasado en junio ya eran 318. El pantano que regula las aguas del Río Adra tenía el año pasado 16,7 hectómetros y hoy sólo dispone de 5,22, apenas un 8% de su capacidad.

Una situación de retroceso de los recursos hídricos que también se ha experimentado, pero en menor medida, en el embalse de Cuevas que hoy tiene 22,4 hectómetros y en el ejercicio anterior eran casi 30. En algunos pueblos de la Sierra de los Filabres están por debajo de los 60 litros por metro cuadrado, la tercera parte de lo que había llovido el año pasado en el mismo periodo. En las comarcas del Río Nacimiento y Andarax se han inventariado 66 litros por metro cuadrado, un 70% por debajo de la media histórica. Y peores son incluso los datos de algunos municipios del Levante y Almanzora donde no se llega ni a 40 litros.

En la estación pluviométrica de El Saltador en Huércal Overa se han registrado 46 litros por metro cuadrado y casi siete corresponden a las copiosas precipitaciones de la noche de San Juan. Los valores medios que se establecen en base a las lluvias de las últimas décadas están en 240 litros por metro cuadrado, siendo todo un reflejo de la extrema gravedad de la sequía que atraviesa la provincia y cuyas incidencias, de prolongarse en el tiempo, no sólo afectarán al ecosistema y a la agricultura, con graves pérdidas en cultivos de secano, sino que además acabará repercutiendo en otras actividades económicas como el turismo, que ha incrementado las demandas hídricas en las áreas del litoral, y también en explotaciones del regadío. El déficit hídrico es, de nuevo, prioritario en Almería.

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